El 29 de julio de 2023, la Fiscalía General de la Nación (FGN) arrestó al diputado oficialista e hijo de Gustavo Petro, Nicolás Petro, por blanqueo de capitales y enriquecimiento ilícito en la campaña presidencial de su padre en 2022. A pesar de que Gustavo Petro juró tener cero tolerancia contra la corrupción y presentarse como un adalid en dicho terreno, su familia ya está implicada en un caso prominente de corrupción, solo un año después de estar en el cargo.
Petro se adelantó a la prensa y anunció en sus redes la captura de Nicolás en julio. El presidente recalcó que no obstaculizará el proceso y que la FGN tendrá todas las garantías para proceder de acuerdo a la ley. Petro le deseó “fuerza y buena suerte” a su hijo, pero se desmarcó del mismo afirmando que ni siquiera lo había criado ya que en su niñez él se encontraba en las filas de la guerrilla de extrema izquierda Movimiento 19 de Abril (M-19). Por este motivo, estuvo preso 16 meses.
La FGN inició la investigación luego de que la exesposa de Nicolás, Daysuris Vásquez —también implicada—, afirmara ante la revista colombiana Semana que su expareja habría recibido recursos para financiar la campaña presidencial de Petro de contratistas del Estado y personajes ligados al narcotráfico y el contrabando a cambio de presuntos favores políticos posteriores. El 4 de agosto, el juez Ómar Beltrán brindó libertad condicional a Vásquez y Nicolás después de llegar a un acuerdo de cooperación con el sistema judicial.
Después de un año en el cargo, Petro se ha enfrentado a múltiples desafíos, tales como el hundimiento de sus reformas en el Congreso y el colapso de su coalición. Esto continúa mermando su credibilidad, según la consultora Datexco la desaprobación de la gestión presidencial ya alcanza el 59% de los colombianos. Los ciudadanos se están dando cuenta que Petro no representa el cambio que tanto anhelaban al elegirlo en 2022 y que incluso podría estar envuelto en peores casos de corrupción que sus predecesores.
El tal cambio es el continuismo más radical y violento de la corrupción al servicio de las narcoguerrillas y los paramilitares del país. En octubre tenemos una obligación: Salvar a Colombia de esa alianza macabra de Santos y Petro. #NoMásIzquierdaEnColombia pic.twitter.com/myjuABSfDV
— Enrique Gómez (@Enrique_GomezM) August 18, 2023
La oscura trayectoria de Nicolás Petro
Esta nueva trama de corrupción marca un hito en la historia política de Colombia, ya que es la primera vez que el hijo de un presidente en ejercicio es procesado por la justicia. Similar al guión de una telenovela colombiana, Vásquez, quien delata a Nicolás, lo hizo en venganza tras una infidelidad que él habría cometido con su mejor amiga.
Según la FGN, los gastos de Nicolás en 2022 llegaban hasta $400.000, mientras que sus ingresos registrados fueron tan solo de $56.000. Los altos movimientos financieros que Nicolás había venido efectuando no concordaban con sus ingresos como diputado en la Asamblea Departamental del Atlántico, lo que sustentaba la confesión hecha por Vásquez de que recibió fondos de fuentes ilícitas como la de un excontrabandista y narco.
Vásquez declaró a Semana que Nicolás habría recibido dinero de varias personas, entre ellos $100.000 del empresario prebendario Alfonso “El Turco” Hilsaca, investigado por homicidio y asociación para delinquir, así como $100.000 del excontrabandista y narcotraficante Samuel Lopesierra alias “El Hombre Marlboro”, ambos destinados a la campaña de Petro. Lopesierra estuvo 18 años en una prisión estadounidense por cargos de narcotráfico.
Esta no es la primera vez que Nicolás está involucrado en irregularidades en el financiamiento de una campaña. En diciembre de 2022, Nicolás ya había sido multado con $3.800 por el Consejo Nacional Electoral por irregularidades en su campaña electoral de 2019 en la cual aspiraba a la Gobernación del Departamento del Atlántico y que se ubicó en segundo lugar con el 19% de los votos.
De ser declarado culpable en este nuevo entramado le podría costar a Nicolás hasta 14 años de cárcel, sin embargo, podría ser reducida a la mitad si tiene buen comportamiento, según el fiscal Mario Burgos.
La trayectoria política de Nicolás, que se ha desarrollado gracias a la de su padre, le ha permitido vivir un estilo de vida lujoso con ropa y vehículos caros. Paradójicamente, las ideas izquierdistas de su formación política rechazan el estilo de vida de Nicolás y su familia, pero ya sabemos que esto es una constante en los líderes socialistas de la región, no practican lo que tanto predican.
Una trama que salpica a Petro
El presidente colombiano se encuentra en una situación compleja debido a este caso lleno de irregularidades. Nicolás declaró ante el fiscal Burgos que una parte de los fondos obtenidos ilegalmente sí llegaron a la campaña presidencial de su padre. Sin embargo, el presidente colombiano negó que alguna mafia haya financiado su campaña presidencial, incluso dijo que si eso fuera cierto, dimitiría en el acto.
Hace dos meses, Petro ya enfrentó una crisis institucional que lo llevó a destituir a dos figuras prominentes de su gobierno: su mano derecha y jefa de despacho, Laura Sarabia, y su operador político y embajador en Venezuela, Armando Benedetti. El 5 de junio, Semana tuvo acceso a audios filtrados de Benedetti en los cuales habría amenazado a Sarabia con revelar, en forma de represalia, quiénes estuvieron detrás de la financiación de la campaña presidencial de Petro.
Benedetti advirtió en los audios que “con él no se juega” y que si llega a hablar “caen todos”, incluido el presidente Petro. Asimismo, afirmó haber conseguido $3 millones para la campaña electoral que llevó a la victoria de Petro. Tras ello, Benedetti confesó en un tuit que se dejó llevar por “la rabia y el trago” al no haber obtenido lo que le correspondía políticamente. Benedetti quería una posición estelar en el gobierno y no una simple Embajada en Caracas.
He sido parte fundamental del actual proyecto político del presidente Petro. Sin embargo, no satisfecho con lo que me correspondió políticamente, en un acto de debilidad y tristeza me dejé llevar por la rabia y el trago.
— Armando Benedetti (@AABenedetti) June 5, 2023
Petro —mediante su primogénito y socios políticos— ha sido beneficiado de financiación irregular en su campaña electoral, la cual lo catapultó como presidente de Colombia. Pese a que la justicia tiene que confirmar los orígenes ilegales de la financiación, los medios y miembros del círculo íntimo del presidente han dado claros indicios de que esto es verdad. Por ejemplo, Caracol reveló el 13 de agosto que Juan Carlos López —un narco del departamento Casanare— participó en la campaña de Petro con financiamiento y apoyo logístico.
#NCInvestiga | El capo y la campaña: Noticias Caracol revela cómo un narcotraficante extraditado y reincidente, junto con su esposa, apoyaron la campaña de Gustavo Petro en Yopal, Casanare. Videos, audios e interceptaciones hacen parte de las evidencias que abrirían una nueva… pic.twitter.com/AoLvlJNbDo
— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) August 14, 2023
Petro —que llegó al poder enarbolando la bandera de la lucha contra la corrupción— está siendo acorralado por el sistema judicial debido al supuesto financiamiento ilícito de su campaña. Los aliados del presidente, que cada vez son menos, están revelando sus propias irregularidades. Solo nos cabe esperar que el poder judicial colombiano tenga la suficiente independencia para llegar al fondo de este asunto e impartir justicia.
Este artículo refleja únicamente la opinión del autor, mas no necesariamente la opinión del Impunity Observer.
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