Nota del editor: Este artículo de Nicolás Virzi es el primero de una serie que examina las implicaciones de los factores ESG en los perfiles de riesgo de los países y sus políticas públicas.
Los factores ESG se han convertido en un marco referencial para evaluar el impacto moral de una inversión, ya sea en una compañía o un país. No obstante, lo moralmente correcto no es algo acordado de forma universal. Por ello, algunas compañías o países cuentan con calificaciones negativas, incluso cuando sus acciones se alinean con lo que ellos consideran correcto.
Las siglas ESG en inglés corresponden a factores ambientales, sociales y de gobernanza que son considerados en la evaluación de riesgo de una entidad:
- El factor ambiental analiza cómo una entidad actúa ante la naturaleza. Esto incluye políticas públicas en torno al cambio climático, la huella de carbono, el consumo energético, el manejo de residuos y la conservación de recursos.
- El factor social también se relaciona con asuntos de política pública. Sus aspectos clave incluyen temas polémicos como prácticas laborales, diversidad e inclusión, derechos humanos y protección al consumidor.
- El factor de gobernanza incluye asuntos como el control de la corrupción, la eficiencia del liderazgo y su estabilidad. Inherentemente político, este factor evalúa el sistema de prácticas, controles y procedimientos utilizados en la gobernanza de una entidad. Esto puede impactar su capacidad para tomar decisiones, cumplir con leyes exhaustivas y satisfacer las demandas de los actores involucrados, en lugar de los accionistas.
Los orígenes y la evolución de los ESG
Las siguientes agencias de calificación de riesgo incorporan factores ESG en sus metodologías para calcular el riesgo país, supuestamente porque los ESG impactarán su desempeño fiscal y crecimiento económico:
Los ESG se derivan del concepto de inversión socialmente responsable que apareció en las décadas de 1960 y 1970. Esto presionaba a los inversionistas a incorporar factores políticos, sociales y ambientales dominantes en sus inversiones.
En 1997, surgió la Iniciativa de Reporte Global, la cual desarrolló estándares de reporte de sostenibilidad ampliamente adoptados para ayudar a las organizaciones a entender y comunicar sus impactos ESG. En 2000, se fundó el Proyecto de Divulgación del Carbono para poner en marcha un sistema de divulgación para que los inversionistas controlen su impacto ambiental.
En el transcurso de los años, la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha tenido un rol crucial imponiendo factores ESG mediante iniciativas como el Pacto Global de la ONU (2000) y los Principios para la Inversión Responsable (2006). Además, en 2011, se fundó la Junta de Estándares de Contabilidad de Sostenibilidad para proporcionar estándares específicos de la industria e informar sobre factores ESG considerados probablemente influyentes en las evaluaciones del desempeño financiero.
Los ESG han ganado importancia significativa en las últimas dos décadas. Los reguladores han presionado cada vez más a los inversionistas para aceptar la narrativa de “prácticas de negocios sostenibles y éticos” y su supuesto efecto en generar valor a largo plazo y mitigar riesgos.
Los factores ESG utilizados por las agencias que evalúan el riesgo país supuestamente ofrecen a los inversionistas indicios claves sobre la viabilidad financiera de invertir u operar en un país en específico. Estos factores se incorporan en las calificaciones de riesgo de las siguientes formas:
Ambiental
- Cambio climático: la susceptibilidad del país a los impactos del cambio climático, como el aumento del nivel del mar, eventos climáticos extremos, y cambios de temperatura.
- Recursos naturales: la forma en la que el país gestiona sus recursos naturales, incluyendo agua, minerales, bosques y biodiversidad.
- Polución: el marco regulatorio para controlar la polución del aire, el agua y la tierra.
- Energía renovable: el grado en el que un país invierte y utiliza energía de fuentes renovables.
Social
- Derechos humanos: la protección de los derechos humanos, incluyendo libertades de expresión, asociación y movilización, así como la postura de un país en torno a asuntos clave como el trabajo infantil y el trabajo forzado.
- Salud y educación: la calidad y el acceso a la atención médica y los sistemas de educación, los cuales impactan en la productividad de la fuerza de trabajo y la estabilidad social.
- Prácticas laborales: legislación laboral y las condiciones y prácticas de empleabilidad, incluyendo diversidad, equidad e inclusión (otro asunto político muy controversial).
- Cohesión social: el potencial de disturbios sociales o conflictos que pudiesen afectar la estabilidad política y el desempeño económico.
Gobernanza
- Estabilidad política: la estabilidad del ambiente político, la efectividad del gobierno, y el riesgo de inestabilidad o violencia política.
- Corrupción: la prevalencia de corrupción y la efectividad de las medidas e instituciones anticorrupción.
- Calidad regulatoria: competencia y previsibilidad del ambiente legal y regulatorio, incluyendo los derechos de propiedad, la aplicación de contratos, y las regulaciones a los negocios.
- Transparencia y rendición de cuentas: la divulgación de las operaciones gubernamentales, los procesos de toma de decisiones y los mecanismos de rendición de cuentas existentes.
Metodología ESG
- Recolección de datos: las agencias recolectan datos de varias fuentes, incluyendo organizaciones internacionales (Banco Mundial, FMI, ONU, etc.), oenegés y otros proveedores de datos.
- Análisis cuantitativo y cualitativo: los factores ESG son medidos cuantitativamente (emisiones de carbono, tasas de alfabetización, etc.) y evaluados cualitativamente (calidad de gobernanza, cohesión social, etc.)
- Ponderación y calificación: los factores ESG son ponderados e incorporados en la puntuación general del riesgo país. La ponderación puede variar dependiendo de la metodología de la agencia y el contexto específico de cada país evaluado. Esta discreción abre la puerta a sesgos.
- Prospectiva de escenarios: las agencias a menudo proyectan diferentes escenarios para modelar cómo diferentes eventos relacionados con los ESG, como desastres naturales o disturbios políticos, podrían impactar el perfil de riesgo de un país.
Al incorporar factores ESG en las evaluaciones de riesgo país, las agencias de calificación supuestamente tienen como objetivo proporcionar una evaluación más completa del perfil de riesgo de un país. El objetivo aparente es ayudar a los inversores a tomar decisiones mejor informadas.
A primera vista, suena bien y positivo. Sin embargo, la premisa detrás de la incorporación de factores ESG en las calificaciones de riesgo país sigue siendo problemática. Para empezar, muchos países con malas puntuaciones en cada uno de los factores ESG han visto aumentar sus inversiones extranjeras en los últimos años. Además, la objetividad en la calificación de los países está sujeta a un serio cuestionamiento.
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