Get monthly updates directly to your email.

Unlock Expert Insights

Get exclusive access to in-depth analysis and expert opinions. Subscribe now for insider info!

Cinco razones para mantener el optimismo en Honduras

El futuro aún no está escrito

Honduras tiene profundos lazos culturales con Estados Unidos, y el potencial de nearshoring es tremendo. (Andrés Sebastián Díaz)

Tuve una extraña epifanía en mi más reciente viaje a Honduras: si fuera hondureño, sería nacionalista acérrimo. Adoptaría políticas y prácticas culturales para preservar y celebrar lo mejor de Honduras, y además aprovecharía el orgullo catracho para envalentonar la ambición y la competitividad.

Aunque mi libro, La Píldora Roja de América Latina (2024), pinta un panorama sombrío en muchos sentidos, hay razones sólidas para mantenerse optimista. Una lógica similar se aplica en toda América Latina.

  1. La región no es una víctima.

China y Estados Unidos están literalmente compitiendo sobre cómo pueden recompensar y servir mejor a los aliados latinoamericanos. Honduras tiene profundos lazos culturales con Estados Unidos, y el potencial de nearshoring es tremendo, especialmente mientras los funcionarios estadounidenses buscan expulsar a China de la región. Culpar a Estados Unidos por los problemas de Honduras —la mayoría de los cuales son de origen interno— es una excusa poco saludable e improductiva.

  1. Los pilares de una sociedad civilizada y desarrollada son móviles.

Las instituciones, el capital humano y la inversión fluyen rápidamente hacia donde son bienvenidos. Nunca antes los ingredientes para una nación próspera han estado más disponibles y accesibles. Unas pocas reformas significativas —como la dolarización, la competitividad tributaria y las ZEDEs— cambiarían el guión y permitirían a los hondureños talentosos permanecer en su país e impulsar desarrollo.

  1. La liberalización del mercado ya no es una hipótesis.

Javier Milei está rompiendo paradigmas y demostrando los beneficios de la austeridad fiscal y la apertura comercial. Pese a que la liberalización de mercado contradice la mayor parte de la historia de América Latina, lo cierto es que no necesitamos ser esclavos de la historia. El editor del Miami Herald, Andrés Oppenheimer, publicó en 2010 un libro titulado ¡Basta de Historias!, y concuerdo. Líderes similares a Milei están surgiendo por todo el continente, y esto es revolucionario.

  1. Los nacionalistas pueden sacar ventaja de la innovación tecnológica. 

Las naciones menos desarrolladas tienen más frutos al alcance de la mano para crecer y pueden aprovechar la innovación tecnológica del Primer Mundo. Aquellos que sienten orgullo por sus naciones pueden obtener optimismo de lo que en economía se conoce como convergencia. Esto significa que las naciones menos desarrolladas pueden disfrutar de una curva de crecimiento más pronunciada al abordar lo básico, como la infraestructura. Las naciones desarrolladas necesitan enfocarse en capital humano sofisticado e innovación tecnológica para seguir creciendo.

  1. Los sectores agrícolas y de materias primas pueden potenciar la cadena de valor.

El rastreo de productos, la mayor información y la tecnología de procesamiento más barata significan más oportunidades para eliminar intermediarios y entregar productos con valor agregado a los consumidores finales. Una tragedia de larga data para los productores primarios ha sido ver los productos terminados llegando a sus propios supermercados a precios mucho más altos que la suma de los ingredientes. Para mi desdén, por ejemplo, fui testigo de mangos cayéndose de los árboles en Guatemala; sin embargo, el mango deshidratado en los supermercados venía literalmente desde Filipinas.El cacao es un producto que he seguido durante muchos años, y Elmer Pineda de Yojoa Chocolates es uno que está trabajando para generar ese valor en Honduras. De manera similar, la mayor parte del valor minero va a Canadá, donde existen mercados secundarios sofisticados y sedes de minería. Los latinoamericanos pueden agregar valor con servicios financieros vinculados a la minería, y gran parte de Honduras aún está por explorarse.

La versión en español se publicó originalmente en Diario El País.


This article reflects the views of the author and not necessarily the views of the Impunity Observer.


Please subscribe to leave comments.

Scroll to Top
Review Your Cart
0
Add Coupon Code
Subtotal