Hallazgos
- En 2023, España identificó 664 víctimas de tráfico sexual, incluyendo a 12 menores, principalmente provenientes de Colombia y otros países sudamericanos. Esta cifra representa un incremento de 100 víctimas identificadas, en comparación con 2022, lo que sugiere que esta actividad ilícita está regresando a los niveles pre-pandemia.
- El tráfico de personas y la explotación sexual se han expandido dramáticamente en América Latina, debido a las escasas oportunidades económicas y el aumento de la migración. Esta situación es particularmente severa en Venezuela, donde el número de víctimas rescatadas ha aumentado de 451 a 1,390 en 2022. En España, la mayoría de víctimas identificadas provienen de Colombia. En el caso de Cuba, parece que la dictadura colabora con las redes de tráfico sexual reclutando gente en la isla.
- Combatir el tráfico sexual efectivamente requiere coordinación entre los gobiernos, políticas de prevención robustas, desmantelar las redes criminales, medidas de protección a las víctimas y apoyo internacional. Los planes de acción nacional que se enfocan en prevención, protección, investigación y gobernanza son cruciales para atacar esta amenaza global.
Introducción
Como parte de mi dinámica de trabajo remoto en Ecuador, solía frecuentar un coworking que quedaba a diez minutos de mi casa. La recepcionista de este espacio era una chica venezolana amable que había dejado su país hace algunos años en búsqueda de mejores oportunidades. Pese a tener un trabajo estable, su pasión era la cosmetología y tenía un gran talento para ello. Además, necesitaba más dinero para enviar a su familia que vivía en Venezuela.
En su último día de trabajo en el espacio de coworking en 2019, nos compartió grandes noticias: en unos días viajaría a Madrid, donde había conseguido el empleo de sus sueños en un salón de belleza de élite, donde ganaría 2.000 euros al mes más propinas y comisiones.
Dos meses después, ella regresó a Ecuador. Había huído de un esquema criminal que atraía a migrantes venezolanos hacia España bajo promesas falsas y los forzaba a la prostitucion. Ella nos pidió que mantuviéramos su nombre y ubicación en secreto, pues temía represalias. Esta fue la primera vez que escuché una historia como esta, pero desafortunadamente no fue la última.
A inicios de julio de 2024, por ejemplo, la policía española desmanteló una de las mayores redes de tráfico y explotación sexual en Málaga, España. Cuando la policía llegó al edificio de cuatro pisos donde operaba esta red, los criminales tenían almacenados más de 145 mil euros en efectivo y 1.2 kilos de cocaína para el consumo de las víctimas y de los clientes. El edificio tenía cámaras de vigilancia en cada piso para monitorear a las víctimas, quienes debían estar disponibles para brindar sus servicios 24/7. La policía identificó 500 mujeres, principalmente de Colombia, que habían sido captadas mediante ofertas falsas de trabajo en salones de belleza.
🚔 MÁS DE 500 VÍCTIMAS
Desarticulan una de las mayores redes de explotación sexual de mujeres latinoamericanas por la Policía en Málaga, España.
Aquí los detalles 👉🏼https://t.co/cnWSVeUkBI
📹 @policia pic.twitter.com/T6knHuUY9M
— 800 Noticias (@800Noticias_) July 3, 2024
A medida que han disminuido las oportunidades económicas y ha aumentado la emigración en América Latina, la trata de personas y el tráfico sexual ha aumentado hasta convertirse en una de las actividades ilícitas más lucrativas. Esta investigación examina los factores que alimentan el tráfico sexual en la región, el modus operandi de los traficantes, el papel del crimen organizado y cómo abordar esta problemática
Para ello, Impunity Observer entrevistó a los siguientes expertos en prevención de trata de personas y protección de las víctimas:
- Adrianne Robinson, ex funcionaria del gobierno ecuatoriano en asuntos de prevención de la trata de personas, quien se ha especializado en inteligencia y ciberseguridad en España y Europa del Este.
- Daniel Rueda, abogado especializado en trata de personas, quien preside la Fundación Alas de Colibrí, con sede en Ecuador. La fundación ha prestado asistencia a víctimas venezolanas, colombianas, peruanas y ecuatorianas, principalmente de redes de tráfico sexual en Estados Unidos.
La crisis va en aumento
En 2023, los funcionarios españoles identificaron 664 víctimas de tráfico sexual, incluyendo a 12 menores, principalmente provenientes de Colombia y otros países sudamericanos. Esta cifra representa un incremento de 100 víctimas identificadas, en comparación con 2022, lo que sugiere que esta actividad ilícita está regresando a los niveles pre-pandemia –cuando superaba las 900 víctimas al año. El virus de la Covid-19 impidió drásticamente la movilización, incluyendo el tráfico de personas.
Las cifras del gobierno colombiano también reflejan esta tendencia alarmante. En los últimos años, 710 personas reportaron haber sido víctimas de tráfico sexual. Además, solamente en 2023, el Ministerio del Interior de Colombia atendió 264 denuncias de tráfico de personas. De ellas, 63% declararon haber sido forzadas a la prostitución. Basados en la información disponible, los funcionarios colombianos han identificado que los traficantes de personas con fines sexuales operan principalmente en las ciudades de Medellín, Cúcuta, Pereira y Cali. Los principales países de destino de víctimas colombianas son Perú, México, Ecuador y España.
En Venezuela, esta situación es incluso más compleja por el gran éxodo. En 2021, 451 mujeres venezolanas fueron rescatadas de redes de tráfico de personas. En 2022, el último año con información disponible, esta cifra escaló a 1.390 víctimas. En Venezuela, las redes de tráfico sexual están operando a lo largo de todo el país.
Rueda dijo al Impunity Observer: “En los últimos años, este fenómeno ha incrementado, particularmente con las migrantes venezolanas a lo largo de la región. Con la evolución de la tecnología, estas mafias han recurrido a redes sociales para ofrecer oportunidades atractivas, apelando a la necesidad de empleo y seguridad de las víctimas. En América Latina, las promesas generalmente se relacionan con migrar hacia Estados Unidos”.
Las cifras reportadas por los gobiernos solamente muestran los casos identificados. De acuerdo con Rueda, “en este tipo de actividad, las víctimas raramente denuncian, porque usualmente son amenazadas”. Por ello, el número real de casos es mucho mayor. Beatriz Sanchez, una fiscal española especializada en tráfico de personas, ha advertido que “por cada mujer detectada, hay otras veinte que no lo están”.
Falsas esperanzas encuentran una cruda realidad
De acuerdo con las autoridades españolas, la mayoría de víctimas llegan a España en busca de mejores días. Una banda desmantelada en abril de 2024, por ejemplo, atraía a mujeres de bajos recursos en Colombia y Ecuador para reclutarlas. En la declaración policial se lee: “aprovechando su situación precaria, tras engañarlas con la promesa de venir a España para trabajar en el cuidado de personas de avanzada edad. Una vez que llegaban a nuestro país eran obligadas a ejercer la prostitución”.
Robinson dijo al Impunity Observer que las tácticas de reclutamiento incluyen: (1) enamoramiento, (2) falsas promesas de trabajo, estudio, o una oportunidad deportiva, (3) abuso de narrativas feministas de empoderamiento y (4) el grooming en redes sociales, en ocasiones con el uso de inteligencia artificial. Estas tácticas explican porqué las víctimas usualmente viajan de forma voluntaria: “Una vez que llegan a los países de destino, los traficantes retienen sus pasaportes, les amenazan, y les obligan a pagar los costos del viaje trabajando en la prostitucion.”
Tanto Robinson como Rueda enfatizan que los traficantes sexuales utilizan cada vez más herramientas tecnológicas para facilitar sus actividades. Rueda explica que estos criminales usualmente crean perfiles e identidades falsas: “Con las identidades falsas, ellos se contactan con las víctimas y las captan con mayor facilidad”. Una vez que ellos tienen la confianza de la víctima, les ofrecen soluciones atractivas para sus necesidades. “Usualmente las víctimas carecen de acceso a educación, atención médica y empleo”.
Robinson añade que los traficantes de personas operan principalmente o captan a sus víctimas en países con presencia del crimen organizado, regímenes autoritarios, y altas tasas de pobreza, desempleo y empleo informal. Los grupos marginados o vulnerables como niños, niñas y adolescentes, mujeres, personas LGBT, migrantes y quienes han pasado por situaciones familiares adversas son más propensos a ser capturados: “En América Latina, convergen todos estos factores, lo que le hace una de las regiones con mayor número de víctimas, y donde los países se convierten de puntos de origen, tránsito y destino para la trata”.
Además, en casos extremos como Cuba, la dictadura supuestamente juega un rol en el tráfico de personas. Robinson explica: “los ciudadanos cubanos dejan su país mediante programas de trabajo promovidos por el mismo gobierno, como el de la exportación de médicos, pero ellos no saben las condiciones ni los lugares a donde van”. De acuerdo con Naciones Unidas, los principales destinos de los programas de explotación laboral de Cuba son Italia, Qatar y España.
¿Quiénes son los traficantes?
En mayo de 2024, la policía estadounidense desmanteló una red de tráfico sexual asociada con la mega banda criminal venezolana Tren de Aragua, incluyendo el arresto a tres sospechosos. Esta red operaba en Louisiana, Texas, Virginia, Nueva Jersey y Florida. Una víctima reveló que ella fue atraída con promesas de facilitar su entrada ilegal a Estados Unidos. Una vez que llegó a suelo estadounidense, fue forzada a la explotación sexual como pago de la deuda contraída.
De forma similar, en marzo de 2024, la policía española develó una red que atraía a mujeres colombianas con oportunidades laborales lucrativas como modelos de webcam, prometiendoles que no habría contacto directo con clientes. Una vez que aceptaban, las víctimas viajaban a España, donde se les confiscaba el pasaporte y las llevaban a burdeles. Les decían que habían incurrido en una deuda de 6.500 euros, y que lo debían pagar mediante la prostitucion. La policía capturó a cinco personas que operaban esta red.
Mientras que esta actividad ilícita generalmente se la ve bajo el dominio de grandes organizaciones criminales, Robinson advierte que también puede ocurrir en una menor escala: “distintas investigaciones han demostrado vínculos con el tráfico y la explotación sexual con las Mafia de Nigeria, de albania, de Bosnia y varios grupos criminales de América Latina. Ahora bien, estas operaciones también pueden ser realizadas por unos pocos individuos -tres personas- sin la necesidad de una maquinaria extensa como la de un cartel”.
Robinson ilustra esto último con dos ejemplos: “Las escuelas de fútbol son comúnmente utilizadas como un engaño para reclutar a niños y adolescentes. Un grupo pequeño de personas suele hacerse pasar por cazatalentos y ofrecen a los padres oportunidades con todos los gastos pagados para que sus hijos entrenen en escuelas de equipos famosos de fútbol. Una vez que llegan a España, pierden contacto con sus padres… En Brasil, una influencer de desarrollo personal ofrecia retiros espirituales pero en realidad explotaba sexualmente a las mujeres que asistían a estos programas. A diferencia de lo que se cree, dice Robinson, aquellos que atraen a las víctimas a estas redes generalmente son personas cercanas a ellas, como su pareja o parientes.
Cómo combatir el tráfico sexual
Como lo mencionó la fiscal española Sánchez, “el tráfico sexual es un negocio que mueve muchísimo dinero, es una de las actividades más lucrativas del mundo, solo por detrás del tráfico de armas y al mismo nivel que las drogas, así que imagínense las dificultades para erradicar las grandes mafias dedicadas a la trata de seres humanos”. Betania, una asociación española sin fines de lucro que brinda apoyo a víctimas de violencia de género y tráfico sexual, reportó en septiembre de 2023 que el tráfico sexual representa a nivel global $40 mil millones por año y afecta a más de 2,4 millones de personas”.
De acuerdo con Robinson, para contrarrestar estas redes de forma efectiva, las medidas deben incluir “coordinación entre los gobiernos, políticas de prevención, operaciones para desmantelar las bandas criminales, protección para las víctimas y apoyo de organismos internacionales como la Interpol.” Para Rueda, la prevención es la clave. Los gobiernos locales deben abordar el problema de raíz promoviendo el desarrollo socioeconómico y reduciendo la pobreza: “con el apoyo de la tecnología, pueden generar campañas de concientización y educación para comunicar a los ciudadanos cómo operan las redes de tráfico de personas y cómo ser cautelosos.”
Rueda también enfatiza la importancia de cooperar con los gobiernos nacionales y organizaciones de la sociedad civil, así como actuar proactivamente: “Las autoridades judiciales deben investigar proactivamente. Debido a que las víctimas de tráfico sexual no denuncian sus casos, los oficiales deben embarcarse en inteligencia continua, inspección y vigilancia por internet para tratar de detectar estas redes.”
Robinson cree que todas las funciones del Estado y las entidades gubernamentales deben alinearse y trabajar para un objetivo específico. Para ella, el trabajo coordinado debe abordar este fenómeno de una forma integral desde la prevención e investigación hasta la protección de las víctimas y la gobernanza o aplicación de la ley.
De acuerdo con lo último, Robinson argumenta que “queda mucho por hacer en términos de acceso a la justicia y repatriación de víctimas, especialmente cuando existen extranjeros y hay poco apoyo del país de destino luego de que son separadas de estas redes”. Luego de que las víctimas han experimentado tales duras condiciones y traumas, necesitan apoyo especializado, incluye atención psicológica, médica, y protección durante su reintegración a la sociedad.
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