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Daniel Noboa asegura la Presidencia en Ecuador

Los electores rechazan firmemente el retorno del correísmo socialista

daniel noboa
González apenas se llevó 60.000 votos adicionales, mientras que Noboa sacó 1.2 millones de votos más que en la primera vuelta. (Andrés Sebastián Díaz)

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En un giro inesperado por las últimas encuestas y exit polls que predecían un empate técnico, los ecuatorianos dieron un mensaje claro el 13 de abril en las urnas. El presidente Daniel Noboa ganó con 55.7% de votos frente a la candidata correísta Luisa González (44.3%).

El margen de 11 puntos confirma el amplio rechazo al retorno del correísmo. El movimiento político asociado al ex presidente Rafael Correa  (2006–2017) impuso políticas socialistas y autoritarias que arrastraron al país a una crisis económica y polarización política. 

The 11-point margin confirms widespread rejection of a Correísmo comeback. The political movement associated with former President Rafael Correa (2006–2017) imposed socialist, authoritarian policies that dragged the country to economic crisis and political polarization. 

Aunque el voto es obligatorio entre los ecuatorianos residentes en el país entre 18 y 65 años, estas elecciones contaron con más de 250,000 votos adicionales. En gran parte, se debe a quienes ejercen el voto facultativo: migrantes, menores de 16–17 años, y mayores de 65 años. 

La disparidad entre nuevos votos ganados por los dos candidatos fue abismal. González apenas se llevó 60.000 votos adicionales, mientras que Noboa sacó 1.2 millones de votos más que en la primera vuelta. Esto indica que la mayoría de nuevos votantes apoyaron a Noboa, y también fue él quien se llevó la mayor cantidad de votos de los otros candidatos que participaron en primera vuelta. 

Pronunciamiento de fraude frente a un amplio margen y control electoral robusto

González solicitó reconteo, aludiendo a un posible fraude. Sin embargo, la brecha en el resultado y la presencia de un robusto control electoral por parte de ambos candidatos sugiere que tales declaraciones son parte de una narrativa falsa.

Además, en esta segunda vuelta, el Consejo Nacional Electoral prohibió el uso de celulares y fotografiar las papeletas. Esta medida se tomó en respuesta a denuncias sobre extorsión de votos, especialmente en provincias donde González retrocedió en porcentaje de votos. 

La incertidumbre que ocasionó la primera vuelta incrementó el riesgo país a 1,900 puntos, su valor más alto desde que Noboa ha estado en el poder. Esto evidencia el temor de inversionistas ante un posible retorno de las políticas socialistas-autoritarias del correísmo. 

En sus últimos días de campaña, González hizo anuncios controversiales que pueden haber variado las percepciones de los electores. Entre ellos, reconoció al régimen de Nicolás Maduro, cuestionó la permanencia de la dolarización (la institución con mayor aprobación en el país) y ofreció retomar el programa de gestores de paz de Correa. Este programa financió a las pandillas locales, al punto de convertirse en grupos delictivos organizados.

Una legislatura dividida

El 14 de mayo, se posesionará la Asamblea Nacional elegida en febrero de este año. Noboa aseguró 66 escaños y el correísmo, 67. No obstante, con los resultados electorales puede atraer a más asambleístas a su bancada, a fin de asegurar las autoridades legislativas y de las comisiones relevantes. 

Diez días después, el 24 de mayo, Noboa iniciará un nuevo periodo presidencial. Enfrentará un panorama desafiante: crisis de seguridad, déficit presupuestario y una crisis económica que requiere alianzas público privadas, inyección de capital extranjero y creación de empleos. 

El politólogo y profesor de Ciencia Política en la Universidad San Francisco de Quito, Santiago Basabe, exhorta a Noboa a plantear un plan de acción asertivo: “Lo inmediato será crear un guión político que oriente al gobierno. No lo tuvo en el período de transición y aunque ahora la ciudadanía ha omitido una crítica severa al respecto, una conducción del Estado sin un norte por los siguientes cuatro años no lo aguanta nadie. Faltan directrices, falta gestión, pero sobre todo faltan ideas que hagan sentir al común de los ecuatorianos por dónde va a transitar el país.”  

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