El fruto de la concesión de AMLO a los carteles

En tiempos de pandemia, los grupos criminales expanden su territorio y mercado.

MEXICO

La política de seguridad de AMLO es, en varios aspectos, similar a las de administraciones anteriores. (Canva)

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Ante el aumento de la violencia en los destinos turísticos de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció el 17 de noviembre la creación de un batallón de protección turística. Miles de soldados patrullarán las playas y protegerán a los turistas del crimen organizado.

Aunque AMLO ha delegado cada vez más responsabilidades policiacas a los militares, su estrategia frente al crimen no es firme. De acuerdo con el analista en seguridad Alejandro Hope, el gobierno de México ha adoptado “algo como un acuerdo de no agresión” en el que la armada solamente monitorea los límites entre carteles de droga para prevenir luchas de territorio.

Durante la pandemia, mientras el gobierno atendía con dificultad la emergencia sanitaria, los carteles tomaron ventaja de los confinamientos y las restricciones para expandir sus negocios.

Perspectiva general

Entre enero y septiembre de 2021, México registró 25.695 asesinatos: en promedio, 95 al día. Los años más violentos en la historia moderna de México fueron los dos primeros años del mandato de AMLO, 2019 y 2020, con 34.681 y 34.557 asesinatos, respectivamente.

De acuerdo con el Índice Global de Crimen Organizado para 2021, un estudio de 193 países realizado por 350 expertos en crimen trasnacional, México tiene el puntaje de criminalidad más alto, justo después de la República Democrática del Congo, Colombia y Myanmar.

Debido a su proximidad con Estados Unidos, México es una zona lucrativa para el tráfico de toda mercancía ilegal, incluyendo narcóticos —desde marihuana hasta metanfetamina—, flora y fauna silvestre, armas, combustible y la trata de personas.

Además, siete de las diez ciudades más violentas del mundo son mexicanas, de acuerdo con el más reciente ranking de la organización civil mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal (CCSPJP). Estas ciudades son Celaya, Tijuana, Juárez, Obregón, Irapuato, Ensenada y Uruapan.

De las 50 ciudades más violentas, que es el alcance total de este ranking, 18 son mexicanas. Para el presidente de CCSPJP José Antonio Ortega, no es sorpresa que México se convierta en el epicentro mundial de la violencia. “En 2019 y 2020 se ha aplicado la peor política de control del crimen, por parte del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador,” dijo Ortega al medio digital Infobae.

¿Cuál es el estado actual del crimen organizado en México?

El gobierno mexicano ha localizado 16 organizaciones criminales en el país. Debido a su alcance internacional, los carteles de Sinaloa y Nueva Generación Jalisco (CNGJ) son los más prominentes.

El cartel de Sinaloa tiene presencia significativa en los estados del norte de México, mientras que CNGJ está principalmente ubicado en la región centro sur. El resto, quienes están en constante enfrentamiento, son:

  • Cartel del Golfo
  • Los Zetas
  • Beltrán Leyva
  • Familia Michoacana
  • Caballeros Templarios
  • Cartel de Juárez
  • Cartel de los Arellano Félix
  • Cartel de Tláhuac
  • Unión Tepito
  • Guerreros Unidos
  • Los Rojos
  • Los Viagra
  • Cartel de Santa Rosa de Lima
  • Cartel del Noroeste

Las luchas por el dominio de territorio causan terror, perturbando la economía y estimulando la emigración. Por ejemplo, el cartel del Golfo se ha dividido en facciones beligerantes, autoras de regulares episodios violentos, incluyendo la masacre a 15 civiles el pasado 19 de junio. El estado occidental de Michoacán se ha convertido en un campo de guerra desde que el CNGJ se ha expandido al territorio de otros carteles, como el de los Viagras.

Por décadas, la actividad principal de las organizaciones criminales mexicanas ha sido el tráfico de drogas, pero se han expandido hacia otras actividades ilícitas en los últimos años. El negocio de la extorsión está en su auge y se está volviendo tan común como lo es en Centroamérica con las pandillas callejeras. De acuerdo con el think tank México Evalúa, más del 18% de empresas a nivel nacional fueron extorsionadas en 2019, lo que equivale a un aumento de 58% desde 2017. Las industrias más afectadas son la minería y la agricultura.

En 2020, las pérdidas económicas debido a la extorsión superaron los $335 millones, dos veces el valor del primer paquete de ayuda que anunció el gobierno federal por la pandemia.

Debido al impacto económico de los confinamientos, los carteles han encontrado fuentes alternativas de ingresos en el tráfico de especies silvestres y el patrullaje de hospitales. Mientras que la pandemia alteró otras industrias, los grupos criminales mexicanos demostraron resiliencia operativa.

¿Cuál ha sido la política implementada por AMLO?

Cuando AMLO asumió la presidencia en 2018, México tenía 50.000 desaparecidos y 25.000 asesinatos por año. En su campaña, prometió recuperar la paz, pero la violencia aumentó.

La política de seguridad de AMLO es, en varios aspectos, similar a las de administraciones anteriores. Él ha duplicado la presencia militar y la centralización del poder en las manos del gobierno federal.

Lo que ha cambiado es la estrategia de comunicación. Mientras que las administraciones anteriores se regocijaban por los arrestos y ataques a los cabecillas de los carteles, AMLO ha optado por la conciliación con el eslogan: “abrazos, no balazos”.

En marzo de 2019, una reforma constitucional facultó la creación de una Guardia Nacional para proteger a los ciudadanos del crimen organizado. Hasta que esta institución esté armada y operativa, lo que puede tomar hasta cinco años, los militares pueden formar parte de la Guardia Nacional bajo el mando del presidente.

Entretanto, la Guardia Nacional se está constituyendo con una estructura burocrática de 102.944 oficiales.

Llenar a México de soldados, sin embargo, ha sido infructuoso. En el mejor de los casos, los controles militares disuaden y previenen la violencia entre cárteles de droga, no la violencia contra la población en general. En sus territorios, los grupos criminales parecen tener rienda suelta.

Gilberto Vergara, un sacerdote local en Aguililla, Michoacán, dijo a Associated Press en noviembre que la estrategia de evitar el conflicto está empoderando a los criminales. “Lo más vergonzoso es la ausencia del gobierno, que se ha convertido en un simple espectador de una guerra que ha dejado tanta muerte y tanta destrucción”, explica Vergara. “Si el gobierno está ausente, los carteles se hacen cargo”.

¿Cómo el crimen organizado influye en la emigración?

Entre septiembre de 2020 y septiembre de 2021, la policía migratoria de Estados Unidos encontró a 1,7 millones de migrantes, un número sin precedentes, tratando de cruzar ilegalmente hacia EE.UU. desde México. De esos migrantes, 608.000 eran mexicanos, el grupo más grande por nacionalidad.

Esta cifra revierte la tendencia migratoria de México hacia Estados Unidos que ha estado decreciendo desde 2018. El número de personas que regresa a México también se ha reducido.

De acuerdo con Silvia Giorguli, presidente de El Colegio de México, una institución de educación superior, cruzar la frontera de forma ilegal acarrea costos entre $4.000 y $6.000. Las razones para tomar esta decisión incluyen la falta de oportunidades económicas y de atención médica, así como el aumento de la violencia en México.

“Después de 2008 comenzaron a regresar migrantes que tenían residencia en EE.UU. y comenzamos a ver historias de extorsiones, robos y secuestros, y no vieron incentivos para quedarse en su país y decidieron regresar”, dijo Giorguli al periódico español El País.

Paz Gómez

Paz Gómez is an Econ Americas analyst and a widely published economic commentator. Based in Quito, she leads the firm’s office in Ecuador. She holds an MS in digital currency and blockchain from the University of Nicosia, Cyprus, and a BA in international relations and political science from San Francisco University of Quito. She is a cofounder and the academic coordinator of Libre Razón, a classical-liberal think tank in Quito, Ecuador. Follow @mpazgomezm.

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