Los mercados ofrecen una visión pesimista del nuevo presidente colombiano

Gustavo Petro hace caer el peso y subir la prima de riesgo

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El 21 de junio, día de apertura de los mercados colombianos tras un feriado nacional, se evidenció el efecto Petro. (Gustavo Petro)

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Gustavo Petro logró hacerse con la presidencia de Colombia el 19 de junio de 2022, convirtiéndose así en el primer presidente plenamente escorado hacia la izquierda. La consecuente caída en los mercados financieros colombianos refleja las preocupaciones acerca de las promesas de Petro sobre profundas transformaciones económicas y sociales.

El martes 21 de junio, día de apertura de los mercados colombianos tras un feriado nacional, se evidenció el efecto Petro con un desplome de 5% del MSCI Colcap, el principal índice de la Bolsa de Valores colombiana. Las acciones de la estatal Ecopetrol también cayeron 11,2%, mientras que el peso colombiano hacía lo propio cayendo un 5% frente al dólar. Así mismo, la prima de riesgo pasó de los 964 puntos previo a la victoria de Petro a ubicarse en los 1197 puntos actualmente. Eso se traduce en 12% sobre la deuda soberana de la nación.

El plan de gobierno del denominado Pacto Histórico, un refrito entre el socialismo del siglo XXI, ecologismo y demás batiburrillos de la izquierda woke, no ha sido bien recibido por el sector inversor. Petro busca incrementar el gasto público, los impuestos y los aranceles a las importaciones. También plantea renegociar tratados de libre comercio, realizar una reforma agraria y disuadir las actividades minera y de hidrocarburos.

Su plan se resume en: “justicia social y justicia ambiental”. Para los inversores, este podría traer grandes desequilibrios a la economía colombiana.

Petro no tiene el control absoluto

La victoria de Petro no fue arrolladora ni mucho menos. Petro apenas alcanzó 50,44% de votos válidos frente al 47,31% de su contrincante, el empresario Rodolfo Hernández. Además, la abstención superó el 50% del padrón electoral.

Petro llegará a la Casa de Nariño el 7 de agosto con un congreso fragmentado y sin mayoría en las Cámaras. Por lo tanto, pasar la larga serie de reformas que necesita para su gran transformación no será una tarea sencilla.

Para Petro, es el Estado y no el mercado, el que debe regir la economía de un país. No ha sido discreto en su deseo de aumentar la intervención estatal en la economía productiva ni en aumentar los impuestos. En 2020, sin embargo, los colombianos se opusieron a la subida de impuestos con protestas nacionales, forzando al gobierno anterior a descartar esa alternativa.

Una política tributaria que no cuadra

El programa económico de Petro incluye una reforma tributaria que aumentaría la presión fiscal en alrededor del 4% del producto interno bruto (PIB), lo que significa una recaudación de 50 billones de pesos (~$12 mil millones). La mitad de este rubro sería destinado a reducir el déficit fiscal y la otra, a incrementar el gasto público.

Según sus propias declaraciones, esta alza de impuestos no afectará al conjunto de los ciudadanos. Petro ha mencionado que se gravaría a los activos patrimoniales improductivos de las 4.000 personas más ricas de Colombia.

Sin embargo, el economista Ricardo Bonilla, responsable del programa económico de Petro, ha realizado declaraciones contradictorias. Bonilla adelantó que la reforma tributaria se centrará en un incremento del impuesto a quienes tengan un patrimonio neto superior a los 1.000 millones de pesos (~$220,000). Así mismo, se evaluará el cobro del impuesto al valor agregado (IVA) en productos que hoy mismo están exentos y un incremento al impuesto a la renta para quienes ganen más de 100 millones de pesos anuales (~$22,000).

Según el Financial Times, el sector de bienes raíces de Miami ha repuntado por las consultas de colombianos tras la victoria de Petro. Estos ven en Miami un destino ideal, no solo para proteger sus activos, sino para vivir. Los colombianos se suman a la tendencia de ciudadanos chilenos y peruanos tras las victorias de Boric y Castillo, respectivamente.

Cómo saturar a una economía

Petro se ha mostrado partidario de imprimir moneda para incrementar la masa monetaria y estimular artificialmente la economía, pese a que el Banco Central de Colombia es una institución independiente según la ley. Al hacerlo, Petro básicamente seguiría el sendero argentino de jugar con la teoría monetaria moderna. Con una depreciación de 14.7%, el peso argentino fue la segunda moneda más devaluada en el mundo en 2021.

Sus planes para los sectores de los hidrocarburos y la minería han hecho saltar aún más las alarmas. Petro quiere acelerar la transición ecológica del país, poniendo fin a las nuevas exploraciones petroleras y carboníferas y reduciendo las actuales explotaciones. También ha adelantado que cancelará los proyectos de francking y minería a cielo abierto.

Estas promesas conllevan un costo considerable. Los ingresos provenientes del sector de los hidrocarburos representan el 3,3% del PIB nacional, mientras que la minería representa un 2%.

El nombramiento del economista y simpatizante del socialismo, José Antonio Ocampo, como ministro de Hacienda, un cargo que ya ha ocupado en el pasado sin muchas luces, no ha brindado tranquilidad. La designación de Ocampo no pudo contener la acelerada devaluación del peso con respecto al dólar, que inició desde la victoria de Petro en primera vuelta y ya ronda el 13%.

Una trayectoria poco fiable

Petro se dio a conocer en la década de los ochenta por haber formado parte de la guerrilla del M19. Una década después, tras un tiempo en la clandestinidad, este entró de lleno en la vida política como miembro del congreso colombiano durante varias legislaturas.

En 2011, Petro se hizo con la alcaldía de Bogotá, la ciudad capitalina. Su mandato estuvo plagado de polémicas por mala gestión y presunta corrupción, razón por la cual el Procurador General de la Nación lo destituyó del cargo. Sin embargo, Petro fue restituido gracias a un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Petró terminó su mandato de alcalde con un nivel de desaprobación del 68%. Esto no le impidió convertirse en el caudillo de la izquierda colombiana y alcanzar la presidencia en 2022. Eso sí, Petro ha tenido que moderar su discurso para este cometido.

Colombia fue el principal país de América del Sur que no fue engullido por la primera ola del socialismo del siglo XXI en los años 2000 y que ha permanecido fuera de su órbita hasta el momento. Sin embargo, tras el perjurio del expresidente Juan Manuel Santos a la democracia del país en 2016 al desconocer los resultados del plebiscito sobre el acuerdo de paz con las FARC en la que ganó el No, el país ha venido asentando un quebranto a la institucionalidad. Santos entregó amnistías, prebendas y hasta curules privilegiados en el congreso a los terroristas, todo con el auspicio de la entonces administración Obama-Biden.

De acuerdo con una encuesta nacional de opinión pública e intención del voto realizada por Yanhaas, 54% de colombianos temen que las instituciones del país no sean lo suficientemente sólidas como para resistir una potencial embestida local del socialismo de tintes bolivarianos. Como señala William Jackson, economista en jefe para los mercados emergentes de Capital Economics, es muy probable que la victoria de Petro expulse las inversiones y provoque una venta masiva en los mercados financieros del país.

Con Petro, Colombia se suma al bloque de la nueva ola del socialismo del siglo XXI, conformado por Argentina, Chile, Perú, Honduras y México. Este cambio de paradigma amenaza con dar marcha atrás los logros alcanzados por la emergente economía colombiana, debilitando al sector productivo y repeliendo las nuevas inversiones. Los números rojos en los mercados financieros colombianos hablan por sí mismos.

Andrés Sebastián Díaz Ponce

Andrés Sebastián holds a bachelor’s degree in political science and international relations from the University of the Americas, Ecuador. He founded Libertario, a Spanish-speaking community that promotes the ideas of liberty in Latin America, and he collaborates with the Ecuadorian liberal think tank Libre Razón. Follow @asdp250.

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