Hallazgos clave:
- El 3 de diciembre de 2023, según la dictadura chavista, los venezolanos aprobaron un reclamo territorial por dos tercios del territorio controlado por Guyana, un país abundante en recursos naturales como petróleo, minerales y gas natural. La disputa por el territorio nace en los 1800 y surge de la colonización europea de Sudamérica.
- El referendo ha alertado a la comunidad internacional de una posible anexión del territorio mediante el uso de la fuerza en el futuro. Funcionarios del chavismo dicen que la disputa “aún” no es un conflicto armado.
- En un comunicado del 29 de noviembre, el Ministerio de Defensa brasileño sostuvo que ha estado monitoreando el conflicto y que incrementó el número de militares en su frontera con Guyana y Venezuela. Asimismo, la oenegé venezolano Control Ciudadano advierte que el escalamiento de la disputa territorial puede llevar a un conflicto armado.
- Aunque no hay una explicación oficial de por qué el régimen chavista hizo el referendo en este conflicto de siglos de antigüedad, Gricelda Sánchez y Pedro Urruchurtu creen que es una distracción meramente política de las elecciones presidenciales de 2024. En las primarias de la oposición, la líder María Corina Machado obtuvo 93% de los votos.
Contexto
El 3 de diciembre de 2023, Venezuela tuvo un referendo controlado por el régimen en reclamo de un territorio en disputa, alrededor del 60% de Guyana, la región del Esequibo. El referendo ha provocado reacciones negativas de Brasil y Guyana, oenegés locales y regionales que abogan por la paz, así como también la oposición venezolana. Ellos temen un posible escalamiento de un conflicto territorial de cientos de años, que está bajo revisión de la Corte Internacional de Justicia de la Organización de Naciones Unidas (ICJ).
El 23 de noviembre, el vicepresidente de Guyana, Bharrat Jagdeo, dijo que funcionarios del Departamento de Defensa de Estados Unidos visitarían en la país en las semanas entrantes. En una conferencia de prensa sobre el referendo, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, respondió que la disputa territorial “no es un conflicto armado todavía”. La oenegé venezolana Control Ciudadano —que defiende el Estado de derecho y la democracia— también advirtió que si “la disputa por el Esequibo continúa escalando, podría volverse un conflicto armado”. En un comunicado del 29 de noviembre, funcionarios del Ministerio de Defensa de Brasil sostuvieron que el país ha estado “monitoreando el conflicto”. Brasil también ha “aumentado la presencia de militares” en sus fronteras con Guyana y Venezuela.
El Esequibo —ubicado al oeste del Río Esequibo, que divide a Guyana en dos partes— tiene un área de 15 millones de hectáreas. La porción del Esequibo es más grande que países como Cuba y aproximadamente del tamaño del Estado estadounidense de Dakota del Sur. Es el hogar de 125.000 de un total de 815.000 guayaneses, que hablan inglés. La mayoría de habitantes del Esequibo simplemente se consideran guyaneses. Para los venezolanos, sin embargo, el Esequibo pertenece a Venezuela.
El sistema de educación venezolano incluso enseña a los niños que el Esequibo es una “zona en disputa” que pertenece a Venezuela. “El sol de Venezuela nace en el Esequibo”, es un refrán local que asegura que es territorio venezolano.
La disputa territorial emerge en los 1800, después de la independencia venezolana de España y su delimitación territorial. En 1840, el explorador alemán Robert Schomburgk dibujó un mapa de la frontera entre Venezuela y Guyana —bajo la autorización británica—. La llamada línea de Schombrugk dividía el territorio guyanés y expandió el territorio de Guyana hacia el territorio venezolano.
Esta investigación explica el conflicto entre Venezuela y Guyana por la región del Esequibo, su importancia económica y el referendo del régimen. Para esto, el Impunity Observer entrevistó a:
- Josmar Fernández, profesora venezolana e investigadora en Caracas;
- Alejandro Rodríguez, fundador del canal de contenido geopolítico en YouTube Hipótesis de Poder;
- Gricelda Sánchez, presidente de la oenegé independiente de Venezuela Fordisi;
- Pedro Urruchurtu, coordinador de asuntos exteriores del partido de oposición Vente.
El caso ante la Corte Internacional de Justicia de la Organización de Naciones Unidas
En abril de 2023, la ICJ aceptó una solicitud guyanesa de revisión de la disputa territorial entre Guyana y Venezuela. En dos ocasiones anteriores, Venezuela impugnó la admisibilidad del caso a la corte. Medios internacionales como AP News predicen que la corte se tomará años antes de emitir una resolución al respecto.
El 31 de octubre, el gobierno guyanés pidió a la ICJ que bloquee el referendo impulsado por el régimen. Georgetown cree que la dictadura venezolana está buscando “obtener respuestas que apoyarían la decisión de Venezuela de abandonar [los actuales procesos ante la corte] y recurrir a medidas unilaterales para ‘resolver’ la controversia al anexar formalmente e integrar a Venezuela todos los territorios en proceso judicial, que son más de dos tercios de Guyana”.
La ICJ emitió un comunicado sobre el conflicto entre Venezuela y Guyana el 1 de diciembre. Aunque la corte no mencionó el referendo, ordenó a Venezuela a que se abstenga de cometer acciones que alteren el status quo en el Esequibo, que está bajo control de Guyana.
El referendo del régimen
Según el Consejo Nacional Electoral, controlado por el régimen, 10,5 millones de personas votaron en el referendo. Sea esto verdad o no, el número publicitado es un tercio menos de la participación en las últimas elecciones —15,1 millones— antes de la muerte de Hugo Chávez. A pesar de esto, civiles y coordinadores de los predios electorales reportaron pocos votantes en la ciudad capital, Caracas. Además, el Consejo Nacional Electoral sostiene que todas las preguntas obtuvieron más de 95% de votos a favor. El referendo constaba de cinco preguntas:
- ¿Está usted de acuerdo en rechazar, por todos los medios, conforme a derecho, la línea impuesta fraudulentamente por el Laudo Arbitral de París de 1899, que pretende despojarnos de nuestra Guayana Esequiba?
- ¿Apoya usted el Acuerdo de Ginebra de 1966 como el único instrumento jurídico válido para alcanzar una solución práctica y satisfactoria para Venezuela y Guyana, en torno a la controversia sobre el territorio de la Guayana Esequiba?
- ¿Está usted de acuerdo con la posición histórica de Venezuela de no reconocer la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia para resolver la controversia territorial sobre la Guayana Esequiba?
- ¿Está usted de acuerdo en oponerse, por todos los medios, conforme a derecho, a la pretensión de Guyana de disponer unilateralmente de un mar pendiente por delimitar, de manera ilegal y en violación del derecho internacional?
- ¿Está usted de acuerdo con la creación del estado Guayana Esequiba y que se desarrolle un plan acelerado para la atención integral a la población actual y futura de ese territorio, que incluya entre otros el otorgamiento de la ciudadanía y cédula de identidad venezolana, conforme al Acuerdo de Ginebra y el derecho internacional, incorporando en consecuencia dicho estado en el mapa del territorio venezolano?
Las primeras tres preguntas eran sobre derecho internacional. La primera pedía a los ciudadanos que rechacen el Laudo de París de 1899, que le otorgaba el Esequibo a Reino Unido, colonizador de Guyana en aquel momento. La segunda pedía que los ciudadanos acepten el Acuerdo de Ginebra apoyado por la Organización de Naciones Unidas como el único instrumento legal para llegar a un acuerdo entre las partes. El Acuerdo de Ginebra, un tratado activo que declaraba que el Laudo de París era nulo, establecía que Venezuela y Guyana debían resolver la disputa de forma “amigable y aceptable para las partes”. La tercera pregunta preguntaba a los ciudadanos sobre la decisión de Venezuela de rechazar la jurisdicción de la ICJ sobre la disputa, y así, cualquier resolución que surja del caso ante la corte.
La cuarta pregunta consultaba a los ciudadanos sobre los límites al acceso guyanés al Océano Atlántico a través del Esequibo y la “extracción ilegal” de petróleo, como lo describe el régimen de Maduro. La quinta pregunta, que preocupa a la comunidad internacional, pedía a los ciudadanos la aprobación de una nueva provincia llamada Guayana Esequiba en la zona y darle a todos sus habitantes la nacionalidad venezolano.
Urruchurtu y Rodríguez explican al Impunity Observer que el referendo del régimen no es vinculante. Sin embargo, Maduro insiste en que sí es. Urruchurtu también explica que las cortes nacionales no tienen jurisdicción sobre el tema ya que Venezuela reconoce el Acuerdo de Ginebra, que establece que las partes involucradas deberían resolver la disputa.
Viva la Victoria de todo el Pueblo en un Referéndum Consultivo histórico que ha puesto de pie a Venezuela. Hemos dado los primeros pasos de una nueva etapa histórica para luchar por nuestra Guayana Esequiba, por la Paz y lograr recuperar lo que nos dejaron los libertadores y… pic.twitter.com/mYhYSwuKyi
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) December 4, 2023
El tesoro del Esequibo
“La importancia del Esequibo es una cuestión de integridad territorial para Venezuela”, sostiene Fernández. Pero también resulta ser abundante en petróleo, gas y minerales, como diamantes, oro, bauxita, manganeso, coltán, cobalto, uranio y silicio. Según el régimen chavista, la región del Esequibo tiene “un enorme potencial de producción de energía hidráulica” debido a los ríos y saltos de agua situados en la zona. Además, el régimen reconoce que la región tiene un importante potencial turístico gracias a sus selvas vírgenes.
La petrolera estadounidense ExxonMobil —una “corporación imperialista”, como la califica la dictadura chavista— descubrió en 2015 yacimientos de petróleo en el Océano Atlántico, pertenecientes al territorio en disputa. Según Sánchez, el territorio tiene un importante potencial para la explotación minera, lo que en última instancia proporcionaría a la dictadura más recursos económicos para su sí mismo: “Todo lo que está en manos del régimen chavista es para su beneficio”.
Urruchurtu explica que el Esequibo es importante porque da acceso al Océano Atlántico, que también es abundante en petróleo y gas. Afirma que, aparte de los recursos, es “geopolíticamente importante” para Venezuela. Sin la región del Esequibo, el acceso de Venezuela al océano se limitaría especialmente al mar Caribe, añade.
Aunque hay pocos estudios sobre la biodiversidad de Guyana, un informe de Bloomberg en 2023 afirma que el Esequibo es una zona con una “gran variedad de especies de flora y fauna”. Según la oenegé ecologista local Vitalis, los ecosistemas del Esequibo son “frágiles” y susceptibles de sufrir daños por los proyectos extractivistas.
¿Por qué un referendo ahora?
El régimen chavista anunció el referendo después de que Guyana otorgara concesiones a empresas petroleras en Esequibo en 2015 y tras las elecciones primarias de la oposición en octubre de 2023. Mientras tanto, la dictadura se encuentra en medio de negociaciones con la administración de Joe Biden para eliminar las sanciones a los sectores petrolero y minero de Venezuela.
El 19 de octubre, el gobierno de Biden alivió las sanciones a las exportaciones venezolanas de petróleo, gas y minerales después de que la dictadura y la oposición acordaran celebrar elecciones generales en 2024. Desde el anuncio estadounidense del alivio de las sanciones, el régimen de Maduro ha estado negociando con al menos seis compañías petroleras extranjeras para restablecer sus operaciones en Venezuela: Repsol, Eni, Maurel y Prom, China Petroleum, Indian Oil y Shell. El 29 de noviembre, Maduro exigió al gobierno estadounidense que eliminara todas las sanciones a Venezuela para iniciar una nueva era de relaciones diplomáticas.
Tanto Urruchurtu como Sánchez coinciden en que la dictadura está actuando en respuesta a las elecciones primarias de la oposición de octubre de 2023. La líder opositora María Corina Machado obtuvo el 93% de los votos de más de dos millones de venezolanos.
Para Urruchurtu, el régimen, al celebrar este referéndum, tiene dos objetivos: (1) evocar un sentimiento nacionalista y patriótico entre los venezolanos y (2) tender una cortina de humo para despistar sobre los resultados de las elecciones primarias de la oposición y la celebración de elecciones presidenciales en 2024. En la misma línea, Sánchez sostiene que el referendo podría ser el “termómetro” del régimen para medir la participación electoral y el apoyo al régimen de cara a las elecciones de 2024. Sin embargo, no hay ninguna explicación oficial sobre el momento del régimen para el referéndum.
A pesar de ser un conflicto de larga duración, en el que están en juego valiosos recursos como petróleo, gas y minerales, el resultado de la disputa territorial sobre la región del Esequibo sigue pendiente. Aunque se está trabajando en una resolución de la CIJ, parece haber poco optimismo en que ambas partes acepten cualquier fallo. Venezuela ya no reconoce la jurisdicción de la CIJ sobre el caso; incluso si la CIJ fallara a favor de Venezuela, los funcionarios chavistas difícilmente podrían apoyarse en ello.
Mientras tanto, los expertos entrevistados por el Impunity Observer coinciden en que el referendo del régimen está políticamente impulsado para distraer la atención de las próximas elecciones presidenciales de 2024. Además, la comunidad internacional teme que el régimen chavista pueda utilizar los resultados del referendo como excusa para anexionarse por la fuerza la región, lo que llevaría a un conflicto armado, quizás con la intervención de grandes potencias.
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