El presidente Donald Trump debe purgar completamente el Departamento de Estado (DOS) para prevalecer en la inevitable confrontación entre su movimiento America First y el Partido Comunista Chino (PCCh). Los designados por Trump le responderán, pero la burocracia permanente lo socavará—para deleite del PCCh—con el fin de ayudar a los tiranos globalistas a retomar la presidencia.
Los ataques del PCCh contra la libertad en Hong Kong demuestran que el lema “Un país, dos sistemas” es una mentira. Los tiranos no pueden tolerar la libertad y siempre buscarán extinguirla. Uno de los dos sistemas prevalecerá. El otro desaparecerá.
El autor estadounidense y experto en China, Gordon Chang, describe este juego de suma cero en Plan Red: China’s Project to Destroy America:
“El PCCh considera a Estados Unidos una amenaza existencial no por algo que los estadounidenses hayan dicho o hecho, sino por lo que son y por lo que representan … Sólo puede haber un sobreviviente: o la República Popular China o los Estados Unidos de América.”
Chang enumera algunas de las debilidades actuales de China:
“incumplimientos de deuda en curso, acelerada fuga de capitales, una moneda en crisis, precios de propiedad en caída, escasez de alimentos en aumento, un medioambiente en deterioro y gobiernos locales en quiebra.”
El aumento del totalitarismo de Xi Jinping ha contribuido al empeoramiento de la situación. Su solución de reforzar aún más el control estatal solo agravará los problemas de China.
Además de estos problemas, la disminución de la población y el pesimismo social reducen la ventana de Xi para convertir a China en la potencia mundial dominante. Sin embargo, el PCCh aún no está listo para enfrentar directamente a Estados Unidos. En su lugar, está socavando activamente al país desde dentro y utilizando intermediarios para crear caos, distraer y debilitar a Estados Unidos.
Xi le dio luz verde a Putin para invadir Ucrania y ha apoyado a Rusia desde entonces. También respaldó los ataques contra Israel a través de los grupos aliados de Irán y ha financiado a Teherán comprando su petróleo. Los burócratas permanentes del DOS estuvieron de acuerdo con la política del régimen de Joe Biden sobre la guerra en Ucrania y favorecieron a Irán. Elementos del DOS han estado en contra de Israel desde antes de su fundación.
Joseph Humire, director ejecutivo del Center for a Secure Free Society, ha señalado que China ha realizado préstamos e inversiones en América Latina por un valor de 450 mil millones de dólares en este siglo. Venezuela ha recibido 60 mil millones, y Humire afirma que China está comprando la soberanía del país. El dictador Nicolás Maduro se ha mantenido en el poder gracias al apoyo chino.
Al igual que en Europa y Medio Oriente, China lidera las actividades de Irán y Rusia en Venezuela y en toda América Latina. Estos países brindan servicios de desestabilización, lo que permite a China aparentar que solo tiene intereses comerciales. Sin embargo, Humire sostiene que el verdadero interés de China es militar.
Humire explica que China, junto con Irán y Rusia, está creando crisis o aprovechándose de ellas
“para catalizar un cambio en términos de control”
de recursos, comercio y seguridad marítima. La coalición antiestadounidense está generando caos en todo el mundo como parte de un plan para cambiar el orden global, que Xi planea dominar.
La “crisis en la frontera sur de EE.UU. y la crisis del fentanilo y la cocaína dentro del país” forman parte de esta estrategia. El desorden está
“diseñado para … debilitar el tejido social de Estados Unidos … y hacer que América Latina se convierta en una zona de no permisividad para la operación de Estados Unidos.”
La política del régimen de Biden de inundar el país con inmigrantes ilegales y drogas se alinea con la estrategia de Xi. Los burócratas permanentes del DOS han ejecutado esta política con entusiasmo porque también se ajusta a su ideología colectivista y antiestadounidense. Han instalado o apoyado a enemigos de EE.UU. en América Latina que se alinean con China.
Recientemente escribí sobre el International Narcotics Control Strategy Report del DOS, publicado en marzo de 2025 por la Oficina de Narcóticos Internacionales y Aplicación de la Ley (INL). Dicho informe encubre al PCCh, asegurando que
“el PCCh no fomenta ni facilita la producción o distribución de drogas ilícitas como política gubernamental.”
Un informe del Epoch Times del 1 de abril refuta esto:
“China sigue siendo la principal fuente de precursores de fentanilo, que se envían a México, donde se convierten en droga ilícita … para luego ser introducida de contrabando en Estados Unidos.”
El exprofesor de derecho de la Universidad de Pekín, Yuan Hongbing, quien según el informe tiene acceso a información privilegiada dentro del liderazgo del PCCh, afirma:
“Es precisamente debido a las órdenes de Xi que estamos viendo un aumento dramático tanto en la producción de precursores de fentanilo en China como en la exportación de estos químicos, alimentando la crisis del fentanilo en Estados Unidos.”
Yuan agrega que la Iniciativa de la Franja y la Ruta de Xi
“tiene como objetivo expandir el totalitarismo comunista en todo el mundo.”
Gordon Chang advierte:
“Estados Unidos no ha cambiado al régimen chino.”
En cambio,
“El régimen chino ha cambiado a Estados Unidos.”
Chang sostiene que debe haber una ruptura total con China.
América Latina es crucial si queremos trasladar las cadenas de suministro desde China. Mientras tanto, Humire advierte que hemos ignorado la región.
Tal vez los formuladores de políticas han ignorado América Latina, pero los burócratas permanentes del DOS no. Han traicionado activamente a Estados Unidos. Para restablecer la prominencia de EE.UU. en nuestro hemisferio y expulsar al PCCh, Trump debe procesar a los responsables y reformar por completo el DOS—cuanto antes, mejor.
