La falta de atención del secretario de Estado Marco Rubio hacia Guatemala ocasionará una dictadura alineada con Venezuela y otros países anti estadounidenses. Esto contradice la imagen de Rubio como un defensor anticomunista y socavará su probable campaña presidencial.
El 12 de diciembre de 2023, Rubio se unió a los demócratas, al senador Bill Cassidy (R-LA), y a organizaciones internacionales para criticar a los fiscales guatemaltecos por intentar quitarle inmunidad al entonces presidente electo Bernardo Arévalo. Afirmando que esto amenazaba la democracia de Guatemala, Rubio y sus aliados pidieron a la fiscal general Consuelo Porras que “defendiera el Estado de derecho y… una transferencia pacífica del poder.”
Cuatro días antes, cumpliendo una orden judicial, Porras había publicado detalles del fraude electoral de 2023 que favoreció a Arévalo. Los materiales electorales originales no estaban donde legalmente debían estar. La oficina de Porras encontró algunos en la oficina de la autoridad electoral, lo cual es un delito, y 2 millones de votos de un total de 5.6 millones permanecieron desaparecidos.
El partido Semilla de Arévalo había sido cancelado por un juez después de que se descubriera que más de un tercio de sus formularios de registro eran fraudulentos. Arévalo no podía haber sido legalmente investido cuando los senadores emitieron su declaración.
La solicitud para remover la inmunidad de Arévalo estaba relacionada con un caso criminal en su contra. Unos invasores habían ocupado la universidad estatal por más de un año. Después de descubrir actos de vandalismo, las autoridades pidieron a la oficina de Porras investigar. Pruebas documentales implican a Arévalo.
El grupo de demócratas con el que Rubio se unió afirmó defender “el Estado de derecho y la democracia” respecto a Arévalo. Los demócratas gritaron que nadie está por encima de la ley cuando persiguieron a Donald Trump.
Como podemos ver ahora, los líderes demócratas solo se preocupan por el poder, no por Estados Unidos. Quieren imponer un régimen de partido único. Hacen lo mismo en Guatemala. Rubio debió saberlo y no unirse a ellos.
Rubio fue el primer senador republicano en hacer campaña en 2020 para las dos elecciones de segunda vuelta al Senado en Georgia. Su herencia cubana le da conocimientos sobre el comunismo. Reconoció la importancia de esas elecciones, llamándolas “el duelo de todos los duelos”. Rubio dijo en 2021: “Si no enfrentamos al [marxismo] ahora, lo llamamos por lo que es y lo derrotamos, destruirá este país y todo lo que lo hace especial.”
El apoyo de Rubio a Arévalo, pese a las señales de criminalidad, es desconcertante. El claro comunismo del partido Semilla hace que esta alianza sea aún más confusa. Su página web se refiere a “odiosas desigualdades generadas por el capitalismo sin control.”
Como secretario de Estado, Rubio visitó Guatemala, donde legitimó a Arévalo y elogió su “compromiso con la democracia”. Mientras tanto, Rubio ignoró a Porras. Esto último resulta notable, considerando que Rubio dijo que el gobierno de Trump tenía una lista de criminales transnacionales que quería extraditar. Solo Porras tiene esa autoridad en Guatemala.
El “Informe de Estrategia de Control Internacional de Narcóticos” del Departamento de Estado (DOS) de marzo, firmado bajo el nombre de Rubio, retrata falsamente al régimen de Arévalo como un aliado de Estados Unidos. Una certificación separada del DOS en marzo también retrata falsamente a Guatemala como un aliado en la lucha contra el narcotráfico. Esto a pesar de que se han descubierto cargamentos de cocaína enviados desde Guatemala en República Dominicana y España. Casi con certeza, funcionarios guatemaltecos estuvieron involucrados.
El 8 de junio, el ejército y la policía de Guatemala no actuaron cuando presuntos narcotraficantes dispararon contra autoridades mexicanas que los habían perseguido hasta Guatemala. Una ONG guatemalteca presentó cargos penales por incumplimiento de deberes y otros delitos contra los ministros de Defensa y Gobernación. El presidente de la Fundación contra el Terrorismo dijo que Arévalo defendió a los dos ministros porque los tres son socios en el crimen.
Otra ONG que promueve el Estado de derecho declaró: “Arévalo está convirtiendo sistemáticamente a Guatemala de una república en un Estado de partido único del Grupo de Puebla”. Él y sus aliados demócratas y burócratas del Departamento de Estado (DOS) están socavando, incluyendo mediante la violencia, las actividades de aplicación de la ley de Porras e intimidando a los jueces para que no apliquen la ley a Arévalo.
Arévalo mantiene al ministro de Defensa en su cargo después de haber vencido el plazo legal para su permanencia. Esto socava la cohesión y la eficacia militar, y cambia la lealtad del Ejército de la Constitución al presidente, como en Cuba y Venezuela.
Lo más probable es que Rubio no esté al tanto de todo esto, porque sería desastroso para su carrera política. Los burócratas permanentes del DOS lo están perjudicando.
El equipo del Senado de Rubio le falló cuando no realizó escrutinio al apoyo a Arévalo en 2023. Rubio llevó al DOS a una ex funcionaria del Congreso, quien ayudó a los enemigos dentro del DOS a hacer presidente a Arévalo de manera fraudulenta. El 14 de julio de 2023, esta asistente emitió en nombre de su jefe —quien probablemente ignoraba el daño— un comunicado de prensa repitiendo las afirmaciones falsas de los traidores del DOS contra Porras.
A menos que la ley se aplique a Arévalo, él consolidará el poder en 2026 y robará las elecciones de 2027 para sus amos globalistas. El embajador de Estados Unidos en Guatemala y su segundo al mando están trabajando arduamente para lograr este fin, traicionando sus juramentos. Sí Arévalo y sus aliados traidores del DOS tienen éxito, Rubio se habrá fallado a sí mismo, a Trump, a la coalición MAGA y a los Estados Unidos.
Rubio tiene unos veinte años por delante para ser candidato a la Presidencia. Puede ayudar a nuestro país, a Trump y a sí mismo corrigiendo su error con Arévalo. Eso restauraría a Guatemala como un aliado de Estados Unidos, en lugar de un lacayo del Grupo de Puebla.