Si busca detalles sobre la historia de Claudia Paz y Paz, la ex fiscal general de Guatemala (2010-2014), y lo que ella simboliza, no tiene más que revisar en la reciente serie de seis reportajes escritos por Steve Hecht y David Landau. Ellos han realizado un trabajo meticuloso al aclarar la enorme diferencia entre la imagen de esta mujer como académica de derechos humanos en la Universidad de Georgetown, en Washington DC, y la realidad sobre el terreno, en Centroamérica.
En particular, detallan cómo ella representa la continuación de la búsqueda del marxismo por controlar Guatemala, que se remonta a la guerra civil que duró varias décadas y que en el papel terminó en 1996. A pesar de la derrota militar de la guerrilla, y el poco apoyo que los partidos escindidos de esta obtienen en las elecciones, señala Hecht, estos simplemente cambiaron sus tácticas y buscaron infiltrarse en el Gobierno por la puerta trasera; y así fue como Paz y Paz llegó al poder.
“Usaron con pericia la debilidad del sistema en contra del sistema”, dice. O sea, “un Gobierno centralizado, una economía centralizada sin un estado de Derecho, donde la corrupción ha sido la norma”.
Encontraron “gran cantidad de europeos ingenuos que estaban listos para financiarlos, y se posicionaron a sí mismos como luchadores contra la corrupción, a pesar de que ellos son igual de corruptos o probablemente más corruptos que la gente a la que combatían”.
Quizás lo que le decepciona más a Hecht es que mucha gente poderosa y rica en Guatemala eligió trabajar con la guerrilla, y recibir su protección, en vez de oponerse a semejante abuso.
[Por lo tanto] los indígenas están, hoy en día, sometidos al poder de la guerrilla… Estas ONG, creadas por los antiguos subversivos y financiadas en su mayoría por Europa y con el respaldo político de la administración de Obama… Los fuerzan, mediante acciones criminales, a que respalden su agenda, la cual incluye bloqueo de vías, secuestros, prohibir el acceso policial a distintas áreas… Ellos tienen prisiones clandestinas; ellos tienen trabajos forzados… y nadie presta atención.
Hecht cubrió gran parte del asunto en una entrevista de media hora, pero más tarde escribió que se arrepiente de no mencionar la relevancia de esto para los ciudadanos de Estados Unidos. También considera que los colombianos tienen mucho que aprender del conflicto en Guatemala en la lucha contra la guerrilla de las FARC.
Su preocupación principal es que los medios de Estados Unidos fallan al cubrir la política exterior de su país con respecto a Guatemala. Los pocos que la cubren, dice Hecht, brindan apoyo a los insurgentes marxistas, inadvertidamente o no. Por otra parte, los adversarios ideológicos de la guerrilla y la administración de Obama tienden a evitar el asunto, por ser algo que no comprenden.
Creemos que las acciones de la administración de Obama aquí, arrojan luz sobre sus políticas internas, y que el público estadounidense no tiene el acceso a esta información… lo cual es una de las razones por las que Obama puede intervenir tan abiertamente en Guatemala en detrimento de la gente de Estados Unidos.
Aquí está la serie de seis reportajes, escrito para la fácil comprensión de los lectores estadounidenses:
I: El esfuerzo de Claudia Paz y Paz por deformar la historia de Guatemala
II: De cómo la ONU reivindicó a la guerrilla en Guatemala
III: Destituida por atreverse a perseguir la extorsión en la Guatemala rural
IV: La fabricación de un genocidio para derribar a Efraín Ríos Montt
V: El embajador de EE.UU. que cubrió a una jueza corrupta de Guatemala
VI: La verdad sobre el reinado de Paz y Paz como fiscal en Guatemala
Encuentre más sobre el trabajo de Hecht con la Fundación Liga ProPatria, la cual aboga por el estado de Derecho en Guatemala. Hecht también recomienda, para los lectores hispanos, el libro escrito por el historiador y sociólogo Carlos Sabino, de la Univeridad Francisco Marroquín: Guatemala, la historia silenciada (1944-1989).
Él apoya el debate abierto, particularmente en los campus universitarios, y le gustaría ver un diálogo en la Universidad de Georgetown acerca de a quiénes han seleccionado como sus “profesores distinguidos”. Además, se mostró complacido de discutir con Luis Eduardo Barrueto, quien escribió una carta para responder a la serie de reportajes. Puede leerla en: “En defensa de Claudia Paz y Paz“, que incluye una respuesta de Hecht.
Esta entrevista fue publicada antes por el PanAm Post.
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