Por qué los narcos se expanden en la Amazonía boliviana

Los cárteles brasileños encuentran refugio y formas de transporte en 38 municipios

Los grupos criminales usan la región para procesar, almacenar y transportar droga. (Andrés Sebastián Díaz)

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Hallazgos clave:

  • Debido a sus recursos naturales como el oro y la madera, una ubicación estratégica que conecta con cinco países sudamericanos y la escasez de agentes del orden, los grupos delictivos dominan la Amazonía boliviana. Utilizan la región para procesar, almacenar y transportar droga. También se cultiva la planta de coca, pero menor cantidad que en el vecino Perú.
  • Las organizaciones criminales más destacadas que operan en la Amazonía boliviana son el Primer Comando Capital y el Comando Vermelho, ambas de Brasil. Sin embargo, en los últimos años ha surgido una organización local, cuyos líderes trabajaban antes para las organizaciones brasileñas, pero hoy compiten por las rutas del narcotráfico: los Choleros.
  • Las declaraciones oficiales del gobierno han elogiado a las fuerzas del orden bolivianas por combatir a las organizaciones criminales en la Amazonia. Sin embargo, el periodista Iván Paredes y la senadora Luisa Nayar sostienen que el Estado ha sido ineficaz para frenar la expansión del narco.

Contexto

El 2 de octubre de 2023, un reporte del medio boliviano El Deber reveló la presencia de grupos criminales en 38 de los 50 municipios que analizaron en la región amazónica del país, que tiene 100 en total. Estos grupos criminales llevan a cabo actividades lucrativas e ilegales como la minería de oro, la producción y el contrabando de drogas, y la tala y contrabando de madera.

Además de ocupar el 43% del territorio del país y cinco de las nueve provincias, la Amazonía boliviana es el hogar de 29 tribus indígenas. El 28 de agosto, el ministro de Interior, Eduardo Del Castillo, afirmó que la mayoría de los laboratorios de producción y procesamiento de drogas que la policía ha identificado en el país se encuentran en el Departamento de Cochabamba, situada entre la Amazonia y el occidente del país. Además, afirmó que otros laboratorios se encuentran en la parte occidental de la provincia Santa Cruz, también amazónica.

Además de Bolivia, otros siete países —Brasil, Perú, Colombia, Venezuela, Guyana, Ecuador y Guayana Francesa— tienen una parte de la Amazonía. Con un territorio de más de 526 millones de hectáreas, la Amazonía es la mayor selva tropical del mundo. Debido a sus abundantes recursos, a su ubicación estratégica que conecta ocho diferentes países que tienen acceso a los océanos Pacífico y Atlántico, así como a la escasa presencia de fuerzas del orden, los grupos criminales controlan múltiples sectores de la selva tropical. Por ejemplo, en junio de 2022, un grupo de pescadores ilegales de la Amazonia brasileña asesinó al periodista británico Dom Phillips mientras cubría una ruta de narcotráfico.

Esta investigación explica cómo los grupos criminales locales y extranjeros han penetrado en la Amazonía boliviana y cómo operan dentro del país. Para ello, el Impunity Observer entrevistó a Iván Paredes, periodista especializado en crimen organizado del medio local El Deber, y a Luisa Nayar, senadora por el estado de Santa Cruz del partido Comunidad Ciudadana.

¿Qué grupos criminales operan en la Amazonía boliviana?

La Amazonía boliviana está dominada por dos organizaciones criminales extranjeras: el Primer Comando Capital y el Comando Vermelho, ambas de Brasil. Además, los Choleros —según una conferencia de prensa de la policía nacional en junio de 2022— es una organización criminal local que se ubica específicamente en la provincia de Pando, en la Amazonía boliviana.

Con unos 30.000 miembros en Sudamérica, según InSight Crime, el Primer Comando Capital es una organización criminal surgida en São Paulo, Brasil, a principios de los años 1990. Desde entonces ha extendido sus operaciones a Argentina, Bolivia y Paraguay. Aunque la organización tiene múltiples fuentes de ingresos en toda la región, como el contrabando de cigarrillos, en Bolivia su principal fuente de ingresos es el contrabando y la producción de drogas, según Paredes.

El Comando Vermelho es una organización criminal que surgió en Brasil en la década de 1970 como una milicia de izquierdas, pero expandió sus operaciones a otros países de Sudamérica, como Argentina, Bolivia, Colombia, Paraguay y Perú. Su principal fuente de ingresos es el contrabando y la producción de cocaína y marihuana en toda la región.

Además de tener conflictos territoriales en Bolivia, el Primer Comando Capital y el Comando Vermelho compiten por territorio y rutas de contrabando en la zona de la triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay. El Impunity Observer informó anteriormente que esta zona tiene pasos fronterizos ilegales, controles aduaneros deficientes o inexistentes y funcionarios corruptos. En una línea similar, según Paredes, las fronteras bolivianas son “enormes”, lo que permite a las organizaciones criminales evitar todos los controles aduaneros, especialmente en la Amazonia: “La frontera entre Bolivia y Chile es la que tiene mejor control, pero sigue habiendo múltiples pasos ilegales por los que los delincuentes también pasan droga”.

Los Choleros son una organización criminal local cuya fecha de origen es “relativamente nueva”, según un diálogo entre El Deber con un oficial de la policía boliviana. Paredes afirma que la presencia de los Choleros se limita a la provincia de Pando, especialmente a su capital, Cobija, que tiene una población de unos 80.000 habitantes.

Con el objetivo de ampliar su presencia en la zona y competir con el Primer Comando Capital y el Comando Vermelho, los Choleros están reclutando adolescentes locales. Paredes dijo al Impunity Observer que la organización recluta a jóvenes en situación de pobreza porque son más vulnerables y “tienen poco que perder”. Los nuevos miembros ocupan puestos de bajo rango y se encargan del contrabando de drogas bolivianas y peruanas a Brasil y de secuestrar o matar a objetivos específicos. Pueden ser bandas rivales o cualquier persona, como policías, que obstaculice sus operaciones. Además, El Deber reveló que los líderes de Choleros trabajaron para las bandas brasileñas antes de crear su propia organización criminal.

En la provincia de Pando, los tres grupos están enfrentados en una violenta guerra por el control del territorio para la producción, cristalización y contrabando de drogas. Estos conflictos suelen acabar con la muerte principalmente de miembros de las organizaciones criminales. Los combates tienden a ocurrir en áreas aisladas lejos de los centros de población, aunque ha habido excepciones destacadas, como el asesinato de un joven de 18 años en Cobija el 19 de junio, dirigido por una organización criminal.

Mientras tanto, en el resto de la Amazonía boliviana, “el Comando Vermelho y el Primer Comando Capital tienen la presencia más dominante”, sostiene Paredes. Además de estos grupos, explica que hay “grupos locales y pequeños no identificados” que trabajan esencialmente como subcontratistas de las dos bandas brasileñas en el resto de la Amazonía.

¿Por qué la Amazonía boliviana es atractiva para los delincuentes?

Bolivia es rica en recursos naturales, como gas natural, madera, oro y plata. El país cuenta con algunas de las minas más destacadas, como el Cerro Rico, que es el mayor yacimiento de plata del mundo. Además, el salar de Uyuni alberga uno de los mayores yacimientos de litio del mundo. Aunque ninguno de ellos se encuentra en la Amazonía, la región selvática es rica en madera y oro. Además, tiene una extensa, remota y no vigilada frontera con Brasil, de 3.423 kilómetros de largo, la mitad de la longitud fronteriza total del país.

Paredes dijo al Impunity Observer que la presencia de grupos criminales locales y extranjeros en la región amazónica de Bolivia ha ido creciendo en la última década. Añade que la organización criminal venezolana Tren de Aragua se está expandiendo en el país. Sin embargo, la presencia del Tren de Aragua es principalmente en el oeste y no en la Amazonia. Su fuente de ingresos es el contrabando de drogas y migrantes ilegales a Chile.

La situación estratégica de la Amazonía boliviana entre Perú, Brasil y Paraguay resulta atractiva para los narcotraficantes. Por ejemplo, la provincia de Pando tiene fronteras tanto con Perú como con Brasil, donde, según Paredes, las organizaciones criminales introducen cocaína de contrabando desde Perú, la cristalizan en Bolivia y, finalmente, la pasan de contrabando a Brasil y Paraguay antes de llegar a los mercados de consumo finales. Afirma que el objetivo del contrabando de drogas a Brasil es que los narcos puedan luego enviarla a ultramar, a través de puertos marítimos, a mercados como Estados Unidos y Europa.

El crimen organizado también ha penetrado en los parques nacionales de la Amazonia entre Brasil y Bolivia. Según la senadora Nayar, el Estado es “casi inexistente” en estas zonas, lo que facilita las operaciones delictivas. En diciembre de 2022, la Unidad de Operaciones Especiales llevó a cabo una redada en el Parque Nacional Noel Kempff Mercado, donde encontró una pista clandestina para avionetas y una organización criminal no identificada de unas seis personas que operaba en la zona. Sin embargo, las autoridades no lograron identificar ni detener a los delincuentes. Tanto Nayar como Paredes coinciden en que la lejanía de la región es otro factor que facilita las operaciones delictivas en la Amazonia.

¿Se resiste la actual administración a realizar operaciones contra el narcotráfico?

Las opiniones sobre la lucha del gobierno central contra las organizaciones criminales están divididas. La versión oficial sostiene que las autoridades están debilitando eficazmente a los narcos. Los disidentes creen que la administración está fracasando y no está haciendo lo suficiente para frenar la expansión de los narcos en el país.

En 2023, el ministro de Interior, Del Castillo, elogió en múltiples ocasiones el “sobresaliente” trabajo que las fuerzas del orden realizaban en Bolivia contra los delincuentes. Según las cifras oficiales del gobierno, sus fuerzas del orden han llevado a cabo 7.833 operaciones antidroga en 2023. Esto incluye incautaciones a grupos delictivos y la destrucción de sus laboratorios de producción.

Para Paredes, la administración actual y sus organismos antidroga, como la Policía Nacional y la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico, han llevado a cabo en los últimos meses múltiples e importantes operaciones contra los narcos en el país. Sin embargo, cree que “estas operaciones son insuficientes” porque la presencia del narco sigue expandiéndose por Bolivia.

Nayar cree que las cifras oficiales de las autoridades son una “fachada” para ocultar su falta de resultados, ya que “no han capturado a ningún capo o criminal importante en los últimos años”. Además, ella —junto a miembros del partido en el poder, el Movimiento al Socialismo— ha criticado que Del Castillo llevara a un influencer local a una operación antidroga el 5 de septiembre. Para el diputado socialista Patricio Mendoza, las operaciones antidroga que lleva a cabo el Gobierno son una “tomadura de pelo”.

Nayar agrega que algunos agentes de las fuerzas del orden tienen vínculos con destacados capos de la droga, como el uruguayo Sebastián Marset, que huyó del país justo después de una operación antidroga contra él. El propio Marset, en un vídeo del 13 de agosto, afirmó que el equipo de Del Castillo le avisó de la redada, lo que le ayudó a escapar horas antes de la operación. Para Nayar, este caso plantea dudas sobre la integridad de los funcionarios bolivianos.

A pesar de que Bolivia tiene una tasa de homicidios reportados baja en comparación con el resto de la región, con cuatro por cada 100.000 habitantes, dos importantes organizaciones criminales brasileñas están expandiendo sus operaciones en la Amazonía boliviana. La narrativa de la administración del Movimiento al Socialismo se elogia a sí misma por supuestamente hacer frente a la presencia de grupos criminales. Sin embargo, periodistas, la oposición boliviana e incluso compañeros de partido señalan que el Estado ha abandonado sus parques nacionales en la Amazonia, que se han convertido en centros de operaciones de los narcos.

Mauro Echeverría

Mauro Echeverría is Econ Americas’ deputy editor. He holds a BA in international relations with minors in political science and anthropology from the San Francisco University of Quito. Mauro leads the research on local economic development at the Ecuadorian think tank Libre Razón.

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