Las revelaciones del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) sobre USAID han dirigido el enfoque público hacia el despilfarro del gasto. No obstante, más dañina aún es la subversión antiestadounidense de USAID tanto en el país como en el extranjero.
Discutir con los demócratas sobre qué es y qué no es un gasto innecesario es perderse del argumento central. La camarilla que gestionó el régimen de Joe Biden está tratando de proteger la burocracia federal. Su arma más poderosa ha sido transformar nuestro país de una república constitucional a una dictadura.
La narrativa mediática dominante
En su testimonio ante el Congreso el 12 de febrero —titulado “Censura y operaciones de desinformación de USAID dirigidas al pueblo estadounidense”— Michael Shellenberger habló sobre el “Complejo Industrial de la Censura”. Preguntó por qué el gobierno de Estados Unidos es el mayor donante mundial de medios supuestamente “independientes”.
Shellenberger afirmó que USAID estuvo detrás del engaño de la colusión Trump-Rusia. Explicó que USAID tenía control sobre el Proyecto de Reportajes sobre el Crimen organizado y la corrupción (OCCRP), y la información derivada de este proyecto fue utilizada para enjuiciar políticamente a Trump. Mike Benz, exfuncionario del Departamento de Estado (DOS) y director de la Foundation for Freedom Online, dijo en The Shawn Ryan Show que los ciudadanos estadounidenses “que votaron por Donald Trump financiaron, a través de USAID bajo Trump, el impeachment de Donald Trump”.
USAID otorgó al Tides Center $27 millones para Fair and Just Prosecutions (FJP). Según informes de los medios, FJP es el titiritero de la fiscal general de Nueva York, Leticia James, y del fiscal del distrito Alvin Bragg. Ambos cuentan con el respaldo de George Soros y han abusado de sus cargos para perseguir a Trump.
El Sunday Guardian informó que “los tres principales donantes de OCCRP [en 2022] … fueron USAID [$5.233.749], el Departamento de Estado de EE.UU. [$4.055.273] y Open Society Foundations [de George Soros] [$2.357504]”. La primera subvención del gobierno estadounidense al OCCRP provino de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL) del DOS, canalizada a través de USAID en 2007. En 2022, la INL otorgó al OCCRP $2,4 millones.
Shellenberger declaró: “USAID y el Departamento de Estado parecen haber creado una vasta red [de ONG y medios] para cooptar a la prensa internacional. Estas agencias canalizaron $472,6 millones a Internews, que opera en más de cien países, en los últimos 17 años”. Shawn Ryan preguntó a Benz: “¿Cuánto del mundo está influenciado por USAID?”. Benz respondió: “Cada centímetro de tierra”.
Los disidentes bajo ataque
El régimen de Biden utilizó a USAID y otras partes del gobierno para suprimir la verdad y promover mentiras. Financió ataques mediáticos contra oponentes políticos, seguidos a menudo por procesos judiciales politizados. Los ataques contra el abogado de Trump, Rudy Giuliani, encajan en este patrón.
Giuliani estuvo a punto de descubrir un gran caso de corrupción que involucra al DOS y Biden en Ucrania. Shellenberger mencionó el trabajo del OCCRP sobre Giuliani. Benz dijo que los artículos en su contra tenían el objetivo de destruir su reputación. El FBI allanó la residencia de Giuliani a las 6 a.m. el 28 de abril de 2021. Su abogado calificó esto de “vandalismo legal”. Él había ofrecido cooperar. Este es un ejemplo de la politización del FBI bajo el régimen de Biden, la cual ha sido bien documentada.
Los enemigos dentro del Estado
Benz describe cómo el gobierno de Estados Unidos ha utilizado operaciones encubiertas para forzar a otros países a adoptar las políticas que desea. Esto ha evolucionado en el uso de técnicas sofisticadas para engañar e intimidar clandestinamente a sociedades enteras y a sus autoridades. USAID impulsa esto a través de subvenciones que se canalizan mediante varios proveedores para dificultar su detección.
Benz afirmó que el reglamento de USAID le permite intervenir en la legislación y elecciones extranjeras para impulsar reformas judiciales. Sus operaciones están menos supervisadas que la CIA o el Departamento de Estado. Según Benz, USAID ha sobornado jueces y legisladores y ha hecho de la manipulación de “organismos de gestión electoral” un proyecto especial. El objetivo de USAID es evitar que líderes populistas lleguen al poder. Afirma que el populismo de derecha amenaza la democracia porque socava la eficacia de las instituciones democráticas.
Benz mencionó la anulación de las recientes elecciones en Rumania con la excusa de la interferencia rusa. La verdadera razón fue que los globalistas se opusieron al ganador. El régimen de Biden ofreció incentivos y amenazas a legisladores paquistaníes para destituir a Imran Khan como primer ministro.
El régimen de Biden facilitó el fraude electoral en Brasil que permitió que Luiz Inácio “Lula” da Silva, aliado de Fidel Castro y antiestadounidense, pasara de la cárcel a la presidencia en 2022. La intervención del régimen en las elecciones de Guatemala en 2023 tuvo el mismo patrón.
Bernardo Arévalo pasó de ser prácticamente desconocido en las encuestas a obtener el segundo lugar en la primera vuelta electoral en Guatemala el 25 de junio de 2023. Ganó la segunda vuelta en agosto. El DOS y USAID financiaron la violencia, amenazaron a empresarios, jueces y congresistas guatemaltecos y revocaron visas estadounidenses para asegurar la toma de posesión de Arévalo y su continuidad en el poder. Sin la intimidación estadounidense y con la correcta aplicación de la ley, Arévalo sería destituido de la Presidencia.
Funcionarios de INL se reunieron con magistrados de la autoridad electoral antes de las elecciones. El INL no tiene ningún rol legítimo en elecciones, así como tampoco debería financiar al OCCRP. Una de las razones del fraude electoral que instaló a Arévalo como mandatario fue mantener a Guatemala como punto de paso para migrantes y narcóticos ilegales.
Benz afirmó que USAID, bajo la dirección de Samantha Power, utilizó $1.500 millones de los contribuyentes estadounidenses para traer inmigrantes ilegales a Estados Unidos. El esposo de Power, Cass Sunstein, se trasladó al Departamento de Seguridad Nacional como asesor principal para facilitar la entrada de ilegales al país.
Muchas personas creen que Estados Unidos necesita operaciones encubiertas, como la interferencia electoral, para promover sus intereses a nivel internacional. Estas operaciones, que requieren mayor exposición, deben terminar. Al final, terminan siendo utilizadas por los burócratas del Estado profundo en contra de los intereses de Estados Unidos, incluyendo los asuntos internos.