Kamala Harris sería una presidente testaferro de la misma gente que ha gestionado la presidencia de Joe Biden.
Los medios de comunicación demócratas han subrayado que, en lo que respecta a la frontera, a Harris se le encomendó la tarea de mitigar la migración procedente de Centroamérica. El director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, Juan González, gestionó la estrategia, hasta hace poco, mientras que Harris prestaba su imagen.
La asociación cívica guatemalteca Liga Pro-Patria (la Liga) aboga por el Estado de Derecho, y el 30 de julio emitió una declaración: “Cómo Kamala Harris se puso del lado de la corrupción izquierdista en Guatemala”. Sus actividades degradaron el Estado de derecho y promovieron la migración, lo contrario de su supuesto objetivo.
On @NEWSMAX with @BiancaDLGarza, I said Kamala Harris & @StateDept push migrants to #America. Instead of giving them visas, the #Biden regime shamelessly subjects migrants to horrors of criminal cartels to try to hide that it purposely floods #USA with them.
En @NEWSMAX con… pic.twitter.com/MZ4aEyg2ix
— Steve Hecht (@shecht6) July 27, 2024
Desde que Biden renunció a su candidatura, Harris y los medios de comunicación la han retratado como capaz de derrotar a Donald Trump por su experiencia como fiscal. Harris ha elogiado la condena de Trump en Nueva York y la considera legítima, al tiempo que rechaza las afirmaciones de que el proceso estuvo parcializado.
Esto es, en el mejor de los casos, una falta de introspección. Como señala la Liga, la reunión del 19 de mayo de 2021 entre Harris y fugitivos guatemaltecos en la Casa Blanca demuestra que ella favorece el abuso del sistema legal para beneficio político y personal. Harris afirmó que su carrera había sido sobre todo luchar por la justicia contra la injusticia, e hizo una aparición pública con dos fiscales generales y un juez a los que catalogó como “líderes de la justicia”.
La Liga declaró que una antigua fiscal general había dado instrucciones escritas ilegales a los fiscales. La entonces fiscal general también había obstruido la investigación de un intento de asesinato contra una fiscal que había acusado de crímenes a los aliados de la guerrilla marxista de la fiscal general. Otra ex fiscal general fue acusada de malversación de fondos. La ex juez había fallado en dos ocasiones en casos en los que era acusada y había protegido a antiguos guerrilleros marxistas que habían obligado a indígenas necesitados a cometer delitos contra la propiedad y las autoridades.
Los tres exfuncionarios, con los que Harris se reunió y a los que honró, están exiliados bajo la protección del régimen de Biden.
El autor Peter Schweizer dijo en Sunday Morning Futures que el ex presidente de la Cámara de Representantes de California, Willie Brown, se enfadó en 2003 con el fiscal del distrito de San Francisco, Terrence Hallinan. Hallinan estaba investigando a los amigos de Brown por fraude. Brown, ex pareja de Harris, la apoyó en su campaña para fiscal del distrito con su maquinaria política. Tras su triunfo, Harris archivó los casos contra los amigos de Brown.
Barack Obama dijo que “no le importaría” tener como presidente a ‘un suplente o testaferro’”. Obama contribuyó decisivamente a hacer presidente a Biden, pese a sus problemas cognitivos. La gente de Obama fue clave para el régimen de Biden, y sus políticas fueron las de Obama.
Obama seguramente sabía que cada vez sería más difícil ocultar el deterioro cognitivo de Biden y controlarlo debido a su esposa e hijo. Biden, su esposa y su hijo sabían que sin la maquinaria de Obama cubriéndoles la espalda no había camino hacia la victoria y tendrían que retirarse.
Para Obama, Harris sería una buena sustituta ya que tendría que apoyarse en él para poder gobernar. Schweizer afirmó que Harris y Obama tenían un estrecho vínculo antes de que ella se convirtiera en fiscal del distrito y él, en senador de Estados Unidos. Hicieron campaña el uno por el otro para esos puestos. Harris estableció sus credenciales de corrupción, crucial para Obama, al archivar los casos contra los amigos de Willie Brown.
Obama sabía que Harris no podría ganar unas primarias. Primero tuvo que conseguir la nominación de Biden, luego orquestar su retirada y conseguir que los demócratas y sus socios mediáticos se pusieran de acuerdo con Harris.
Como senadora, el historial de voto de Harris fue incluso más radical que el mismo Bernie Sanders. Como vicepresidente, Harris demostró esto en Guatemala mientras, supuestamente, trabajaba para mitigar la migración hacia los Estados Unidos. Ella aparentaba ejecutar las acciones realizadas por el líder radical González y sus camaradas del Departamento de Estado (DOS) al imponer socialistas criminales en Guatemala, lo que promovió más migración, no menos.
La Liga y otros han publicado información acerca de que el DOS y el régimen de Biden lideraron un fraude electoral en 2023 para convertir a Bernardo Arévalo en presidente de Guatemala. El 25 de marzo en la Casa Blanca, Harris le dijo a Arévalo: “Estados Unidos se enorgullece de estar a su lado, señor Presidente, tras unas elecciones libres y justas y durante toda su transición”. La Liga declaró: “El régimen de Biden presionó a nuestras autoridades para que ignoraran la ley, se invistiese a Arévalo y luego no removerlo de la presidencia.”
Harris continuó la subversión criminal de Guatemala iniciada en 2010 por Obama, Biden, Hillary Clinton y el DOS. Las actividades de Harris allí coinciden con su uso y aceptación de una guerra jurídica interna. Lo mismo se aplica a las políticas socialistas de Harris, las mentiras y la subversión de los Estados Unidos, especialmente en lo que respecta a inundar nuestro país con inmigrantes ilegales y narcóticos.
Harris ha demostrado que será otra marioneta de Obama si es elegida, convirtiendo su régimen en una continuación del de Biden. Para proteger pacíficamente nuestra libertad, debemos derrotar a Harris y a su partido.
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