Hace poco escribí que la subversión de USAID es peor que su despilfarro. Asimismo, en una reciente audiencia del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes (HFAC), el exadministrador de USAID Andrew Natsios confirmó, ante el insistente interrogatorio de la representante María Salazar (R-FL), que el Departamento de Estado (DOS) dirige USAID.
Ahora es cuando se debe exponer la subversión y otros crímenes del DOS y USAID en todo el mundo. Los crímenes del DOS y USAID, incluyendo el tráfico infantil, son generalizados y persistentes. El estado profundo sigue dominando al DOS y ha subvertido a otras sociedades para luego dirigir sus acciones encubiertas en contra de nosotros en casa.
A partir de la información que ya se encuentra en manos del Congreso, investigaciones y una serie de audiencias sobre esta subversión, se podría impactar y repugnar al público. Esto impulsará el apoyo público a la importante reforma del presidente Donald Trump sobre la burocracia federal permanente, también conocida como el estado profundo. Hacerlo es indispensable para rescatar nuestra libertad reduciendo significativamente el poder del enemigo interno.
Los demócratas y sus aliados en los medios han atacado las acciones de Trump para reformar la burocracia federal. Estos ataques han incluido mentiras descaradas, tácticas de miedo y la habitual demonización por parte de los demócratas.
Los demócratas demostraron su fanatismo y desprecio por los estadounidenses durante el discurso de Trump al Congreso el 4 de marzo. Duplicaron todas sus posturas que contribuyeron a perder la presidencia y el Congreso.
La camaradería que instaló a Joe Biden en la Casa Blanca y controló su régimen también utilizó el estado profundo para socavar el primer mandato de Trump. El estado profundo es el principal medio de la camaradería para lograr su agenda de destruir nuestra república constitucional y transformarla en una dictadura.
Esta camaradería sin escrúpulos entiende que la resistencia que ahora lidera puede destruir al Partido Demócrata. Solo le importa su agenda subversiva y no el partido que cooptó como vehículo para alcanzarla. Si los crímenes del estado profundo se exponen lo suficiente, el Partido Demócrata se volverá irrelevante o expulsará a la camaradería e instalará un nuevo liderazgo.
Según informes, el director interino de USAID, Peter Marocco, se reunió en días consecutivos con miembros del HFAC y del Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Creyendo haber descubierto un patrón de actividad ilegal, el equipo de Marocco está preparando posibles referencias criminales. Presionado por Trace Gallagher tras la sesión informativa de Marocco, el senador John Cornyn (R-TX) afirmó que podrían existir crímenes que serían determinados por investigaciones.
El presidente del HFAC, Brian Mast (R-FL), comentó que la estructura de USAID dificulta la rendición de cuentas. En respuesta a la pregunta de Cornyn sobre la supervisión de USAID, Marocco respondió: “No hay un sistema en vigor en este momento que lo requiera”.
El exfuncionario del DOS y director de la Foundation for Freedom Online, Mike Benz, declaró que USAID utilizó $1.500 millones del dinero de los contribuyentes estadounidenses para traer inmigrantes ilegales a Estados Unidos. El DOS, con USAID a su lado, impuso al socialista Bernardo Arévalo como presidente de Guatemala para mantener el país abierto a los flujos ilegales de migrantes y narcóticos.
El descarado asalto de DOS-USAID a Guatemala durante el régimen de Biden y la resistencia de Guatemala a ello hacen del país el lugar ideal para iniciar investigaciones. El candidato Arévalo pasó de la oscuridad en las encuestas a presidente electo en las elecciones de 2023 con numerosas irregularidades y una flagrante interferencia del DOS y USAID.
Más de 1.000 denuncias obligaron a la fiscal general Consuelo Porras a investigar la elección. El DOS intentó, sin éxito, evitar que Porras investigara. Al saber que el fraude había sido descubierto después de que la oficina de Porras realizara registros e incautaciones por orden judicial sobre la elección, el DOS y USAID recurrieron a la violencia.
El entonces secretario de Estado, Antony Blinken, y la administradora de USAID, Samantha Power, a través de peones en Guatemala, causaron muertes, daños económicos, interrupción del gobierno y caos. USAID ha financiado la ONG 48 Cantones, un brazo violento del régimen de Biden. La ONG buscó intimidar a los guatemaltecos para que aceptaran la agenda de Biden de destituir a Porras.
El DOS calificó las acciones de sus sustitutos como “protestas pacíficas”. Condenó una orden del tribunal superior para desalojar por la fuerza a manifestantes que habían estado bloqueando el acceso al Ministerio Público durante más de dos semanas.
La principal demanda de los manifestantes violentos era la destitución de Porras. Al ver que no les funcionó la violencia, el DOS intentó intimidar a los congresistas guatemaltecos para que aprobaran una ley que creían permitiría a Arévalo destituir a Porras. Blinken y su asistente Brian Nichols no negaron esto bajo interrogatorio en audiencias separadas del HFAC en 2024.
El Departamento de Justicia y el Congreso deberían investigar las acciones del DOS y USAID en Guatemala. Con un foro creíble, los funcionarios actuales y anteriores del DOS y de otros departamentos gubernamentales se sentirán cómodos ofreciendo testimonio. Otros países también darían a conocer sus historias sobre la criminalidad del DOS y USAID, creando un efecto bola de nieve.
Trump cuenta con el apoyo público para reformar la burocracia federal, principalmente debido al mal uso del dinero de los contribuyentes. El público estadounidense quedará impactado y asqueado por los atroces crímenes que pueden exponerse mediante investigaciones. Esto aumentará significativamente el apoyo público para desmantelar el estado profundo y ayudar a recuperar y preservar nuestra libertad.
