La embajada de Estados Unidos ha intervenido en las actuales elecciones generales de Guatemala para favorecer la ideología socialista de la burocracia permanente del Departamento de Estado. Yo he expuesto esto desde el pasado mes de agosto. La elección es este domingo, y sus tácticas de manipulación deben terminar con ella, a menos que sean capaces de alterar el conteo.
Los guatemaltecos tienden a creer en las encuestas porque en las elecciones anteriores han demostrado ser precisas en sus estimaciones. Sin embargo, el contexto actual es diferente. El acuerdo ilegal de 2018 entre la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), creada por la ONU, y el Tribunal Supremo Electoral (TSE) otorgó el poder de facto sobre las encuestas a las dos organizaciones. La embajada y sus aliados —la Corte de Constitucionalidad (CC), el TSE, los medios masivos corruptos y otros actores colectivistas— han permitido solamente la publicación de encuestas que encajen en su estrategia para hurtar el poder ejecutivo e implementar su agenda socialista.
Para tomar una decisión informada, los guatemaltecos deben ser conscientes de esta manipulación.
La candidata respaldada por la embajada de Estados Unidos es la exguerrillera y ex vicepresidenta de la Internacional Socialista Sandra Torres, quien parece estar en el primer puesto. Durante las últimas semanas, algunas encuestas han mostrado que Alejandro Giammattei y Roberto Arzú están peleando por el segundo lugar.
Los guatemaltecos deberían cuestionarse el porqué de estos dos candidatos. Si bien son los perfiles más reconocidos, luego de Torres, no se debe asumir que las encuestadoras estén entregando datos legítimos. Solamente pueden publicarlos debido a que la embajada de EE.UU. y Torres lo permiten.
La embajada preferiría que Torres gane en primera vuelta. Si hay una segunda ronda, la embajada quisiera que otro socialista enfrente a Torres. Si aquello falla, quisiera que fuera alguien que no pueda unir a la derecha para la segunda vuelta. En caso de que Torres pierda el balotaje, la embajada quisiera tener un oponente que acepte a la CICIG o que sea lo suficientemente débil, corrupto o ambicioso para que les permita controlar.
Dado que la embajada y sus aliados actúan por encima de la ley e intimidan a cualquiera que se ponga en su camino, las encuestas reflejan el pensamiento de esta alianza, no la realidad.
El Departamento de Estado de EE.UU. intentó controlar las elecciones en 2015, pero tenía menos poder para hacerlo que en 2019. El exembajador Todd Robinson trabajó en contra del candidato que dominaba las encuestas, Manuel Baldizón, quien a la final obtuvo el tercer puesto. Al mismo tiempo, Robinson estaba consciente de que su candidata favorita, Torres, tenía un fuerte voto en contra. Por lo tanto, Robinson presionó de forma exitosa al candidato Jimmy Morales para que acepte las recomendaciones del embajador en la designación de ministros claves.
Una vez que Morales accedió a su intervención ilegal, Robinson dejó que su candidatura proceda sin impedimento. Muchos electores buscaban una alternativa a Baldizón y Torres. Morales empezó a subir en las encuestas, lo que mejoró su perfil para convertirse en esa alternativa. Los guatemaltecos no se percataron del rol de Robinson, de que tenía más poder que el presidente y que lo usaría para imponer la dictadura judicial corrupta en Guatemala.
Robinson y el comisionado de la CICIG Iván Velásquez quisieron cancelar las elecciones de 2015 y nombrar a un grupo de “notables” para que gestionen el gobierno mientras que se escribía una nueva constitución. Como parte de ello, la CICIG emitió un informe evidenciando la extensa de corrupción política, que incluía a los tres partidos más grandes de Guatemala en ese entonces: PP, LIDER y UNE. Al no lograr la suspención de las elecciones, disolvieron a PP y LIDER. La embajada y sus aliados dejaron a UNE, puesto que necesitaban un testaferro que controle el Congreso y lo asuma por completo en 2019.
Con las reformas en la Ley Electoral, Robinson y Velásquez redujeron la competencia de la UNE. Sin embargo, no han tenido suerte en sus esfuerzos para difamar y destituir a Jimmy Morales y cancelar su partido. Su plataforma electoral, Frente de Convergencia Nacional (FCN), se ha expandido y ahora tiene presencia en más de 200 de las 340 municipalidades.
Justamente por ese motivo, es dificil creer que el candidato de FCN, Estuardo Galdámez, tenga 1% o menos en las encuestas. Además, están circulando fotos y videos en redes sociales con gran acogida en la campaña de FCN a lo largo del país.
La embajada y sus aliados han hostigado y eliminado a oponentes políticos de cargos de gobierno, incluyendo a un fiscal general, a jueces y magistrados con falsos cargos de corrupción y vínculos con narcotraficantes, crimen organizado, adopciones fraudulentas, etc. Las recientes acusaciones sin fundamento en este sentido por los medios colectivistas en contra de Galdámez encajan en este esquema.
Otra táctica que la alianza utiliza para desacreditar a sus oponentes y alcanzar sus metas son falsos cargos emitidos por la CICIG, que continúa sus operaciones ilegalmente. Los recientes falsos cargos, evidentemente políticos, del Ministerio Público y la CICIG en contra de Galdámez, los ataques mediáticos y los cuestionables resultados de las encuestas sugieren que la alianza considera a Galdámez un opositor fuerte y lo teme.
La semana pasada, otras encuestas empezaron a aparecer contradiciendo a las anteriores. No está claro qué está pasando en esta inusual situación. Independientemente de ello, los guatemaltecos tienen que tomar una decisión el 16 de junio y es poco probable que Torres gane una mayoría absoluta en la primera vuelta.
Los guatemaltecos que quieran evitar la penumbra del socialismo deben estar seguros para votar el domingo. Una baja participación electoral o el voto nulo ayuda a la embajada y sus aliados.
Los votantes deben ignorar a las encuestas, los rumores y las opiniones basadas en comicios anteriores. Esta elección presidencial es particular, gracias a la intervención del Departamento de Estado.
Los votantes deben preguntarse a sí mismos si están satifechos con el estado actual de los asuntos políticos. Si no lo están, reflexionen qué ha causado que estén así y qué debería cambiar para permitir que el país alcance su mayor potencial.
Luego deben examinar a los candidatos y preguntarse quién consideran que tiene el conocimiento, la visión, el carácter, la experiencia y la habilidad para efectuar esos cambios necesarios. ¿Quién es el que mejor puede abordar los distintos desafíos vigentes, en particular esos que perjudican la soberanía del país y su libertad?
Read in English.
Join us in our mission to foster positive relations between the United States and Latin America through independent journalism.
As we improve our quality and deepen our coverage, we wish to make the Impunity Observer financially sustainable and reader-oriented. In return, we ask that you show your support in the form of subscriptions.
Non-subscribers can read up to six articles per month. Subscribe here.