Nancy Pelosi, la presidente de la Cámara de Representantes de EE. UU., visitó Guatemala ayer y demostró su apoyo a la candidatura de la socialista Sandra Torres a días de la elección presidencial. Ante lo que será una apretada contienda, Pelosi ya inclinó la balanza de los resultados del domingo.
Pelosi desairó al presidente Jimmy Morales, quien derrotó a Torres en la elección pasada. Ella se reunió solamente con socialistas que se oponen a él y a Donald Trump y sus políticas.
Pelosi y su equipo de colegas demócratas apoyaron a autoridades guatemaltecas corruptas que están intentando amañar la elección presidencial del domingo. Torres, su candidata favorita, se opone al acuerdo de “tercer país seguro” entre Trump y Morales.
El rechazo de Pelosi a reformar el proceso de asilo en Estados Unidos demuestra su deseo de inundar el país con migrantes ilegales y pintar a Trump como un racista antiinmigrantes para la campaña de 2020. Su defensa del asilo es una artimaña, puesto que casi todos los que solicitan asilo lo hacen por razones económicas y no por persecución.
Ella no fue a Guatemala a examinar el acuerdo de asilo, puesto que ya declaró su oposición.
El embajador estadounidense Luis Arreaga también está socavando a Trump y debe ser reemplazado inmediatamente. Arreaga coordinó el encuentro de Pelosi con los socialistas en Guatemala. Se reunieron con Helen Mack de la Fundación Myrna Mack, a quien llaman una activista por los derechos humanos. George Orwell sonreiría.
Judicial Watch ha revelado que la Fundación Myrna Mack recibe dinero de la Open Society Foundations de George Soros, así como de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés). Mack se unió a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) de la ONU para acusar a abogados de corrupción por el mero hecho de representar a clientes acusados por la comisión. El Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala emitió un comunicado condenando dicho ataque al derecho constitutional a la defensa.
Fotografías muestran a Pelosi con jueces de izquierda mientras ella promovía el plan socialista en Guatemala. La legisladora estadounidense describió la visita en un tuit como bipartidista, pero la delegación estaba enteramente compuesta por colegas demócratas. Solo puede tomarse como bipartidista si uno cree que existe alguna diferencia entre demócratas y socialistas.
Para obtener el acuerdo de “tercer país seguro”, Trump amenazó con imponer aranceles de importación a productos guatemaltecos, tasas a remesas enviadas a Guatemala y restricciones de viaje a EE. UU. para los guatemaltecos. Morales rápidamente firmó el acuerdo. Cualquier impuesto sobre las remesas sería devastador para la economía de Guatemala, donde las remesas representan el 12 % del Producto Interno Bruto.
Dichas acciones por parte de EE. UU. afectarían a cualquier presidente que dependiera del apoyo de la población, pero no a Sandra Torres. Ella tiene el apoyo de tiranos: Nicolás Maduro de Venezuela y Daniel Ortega de Nicaragua. Ellos a su vez dependen de la experiencia cubana en represión. Cuando era primera dama de Guatemala, su esposo Álvaro Colom le otorgó el más alto honor del país a Fidel Castro.
El secretario de Seguridad Nacional de EE. UU. ha calificado a Guatemala como el cuello de botella de la migración ilegal. Es la única ruta terrestre desde Sudamérica y Centroamérica hacia Estados Unidos. Esto subraya la importancia del acuerdo de “tercer país seguro” para detener el flujo de migrantes ilegales que llegan a la frontera entre EE. UU. y México.
La presidente de la Cámara de Representantes de EE. UU. viajó a Guatemala nada menos que para socavar el acuerdo y apoyar a una candidata abiertamente socialista. Tal vez esto no deba ser una sorpresa dado el crecimiento de figuras como Alexandria Ocasio-Cortez en su grupo parlamentario.
Sin embargo, el resultado de la elección del domingo puede tener un impacto negativo en la seguridad de la frontera sur de Estados Unidos. Torres trabajará para deshacer el acuerdo entre Trump y Morales, y Pelosi acaba de apuntalar a Torres ante los votantes guatemaltecos.
Esperemos que no triunfe en su cometido.
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