Artículo publicado originalmente en inglés en BizPac Review.
Bernie Sanders manifestó a la cadena ABC News el pasado domingo, que el movimiento progresista ha tenido un enorme progreso en “la elección de candidatos para fiscales de distrito, que están transformando la justicia penal”.
Esto debería de ser aterrador.
Sanders dijo en la convención demócrata: “Nuestro movimiento… se fortalece cada día. Muchas de las ideas por las que luchamos, que hace solo unos años se consideraban ‘radicales’, ahora son populares”.
Ahora es parte de la corriente principal, parte de la revolución, que los fiscales protejan a los amigos y persigan a los enemigos. Kim Gardner es el tipo de fiscal de distrito de Sanders. Ella procesó a una pareja de St. Louis que defendió su casa mostrando sus armas de fuego, legales, a una turba que irrumpió en la comunidad privada en la que habita la pareja.
Kamala Harris era otro tipo de fiscal de Sanders. Como fiscal de distrito de San Francisco, Harris se negó a pedir la pena de muerte para un pandillero que mató a tiros a un oficial de policía con un AK-47. Tanto los senadores de California, el fiscal general del Estado y el alcalde de San Francisco, todos demócratas progresistas, se opusieron a la postura de Harris.
Como fiscal general de California, Harris se negó a apoyar a las organizaciones encargadas de hacer cumplir la ley en el estado y a 55 de los 58 fiscales de distrito del condado en contra de la Proposición 47. Se aprobó y liberó a miles de delincuentes de prisión.
El miércoles en Kansas City, al abordar el aumento masivo de delitos violentos que está sufriendo Estados Unidos en 2020, el fiscal general William Barr dijo: “Definitivamente siento que gran parte de esto se debe a la liberación prematura de criminales peligrosos por parte de los tribunales y de los fiscales”.
¡Imagínese nuestro Departamento de Justicia bajo el control de Biden y Harris!
Después de que la dirigencia demócrata sacara a Sanders de la contienda por la nominación, se volvió indispensable para Biden. Si los seguidores descontentos de Sanders se quedaran fuera de las elecciones, como en 2016, Biden no podría ganar.
El expresidente Barack Obama orquestó la campaña para convertir a Susan Rice en la compañera de fórmula de Biden. Habiendo demostrado sus credenciales radicales como fiscal y como la miembro más progresista del Senado, según la organización no partidista GovTrack, Harris era perfecta para Sanders como compañera de fórmula de Biden.
A pesar del partidismo extremo de Harris, en una asombrosa demostración de colusión de los medios con los demócratas, el New York Times la describió como una “pragmática moderada”. GovTrack encontró que ningún demócrata del Senado trabajó menos con los republicanos en la aprobación de legislación. ¿Pragmática moderada?
Obama obligó dos veces a Sanders a salir de las primarias. La participación de Obama es fundamental para que Biden gane, pero Sanders es aún más importante. Obama intenta ocultar su socialismo y fingir moderación porque sabe que la verdad lo obstaculizaría. A Sanders y sus seguidores no les importa.
Obama y sus votantes no tienen otro lugar a donde ir, mientras que los radicales de Sanders son impredecibles y deben ser aplacados. El socialismo abierto y sincero de Sanders venció al socialismo encubierto de Obama, convirtiendo a Harris en la candidata a vicepresidente y posible presidente antes del 2024.
Exponer el radicalismo de Harris le da a la campaña de Trump y a sus seguidores una ventaja que no habrían tenido con Rice. Ese es el costo de aplacar a Sanders. La principal preocupación de Obama, poner fin a la investigación de Durham, es coherente con la transformación de la justicia penal de Sanders.
El abogado de Filadelfia James Schultz dijo que el objetivo principal del fiscal de distrito Larry Krasner, apoyado por George Soros, es liberar a los criminales en lugar de procesarlos. En Chicago, Portland, Nueva York y otros lugares con fiscales progresistas, la persecución indulgente resulta en más delitos, una herramienta socialista en la revolución.
Los demócratas han dejado pruebas ocultas a la vista de los efectos de esta estrategia. En Guatemala, donde he vivido durante casi 50 años, Obama y Biden llevaron a cabo acuerdos corruptos con funcionarios guatemaltecos. Colocaron a los aliados de los terroristas apoyados por Fidel Castro en el control de la persecución penal y del poder judicial.
Los funcionarios socialistas de Obama y Biden protegen a las bandas que destruyen fábricas, invaden la propiedad privada y niegan el acceso de la policía a sus áreas. Persiguen a las autoridades legítimas por hacer su trabajo. No es de extrañar que las autoridades duden en aplicar la ley. ¿Suena familiar?
El fiscal general de Obama y Biden solicitó a la corte que desestime los cargos en contra de pandilleros por el intento de asesinato de una fiscal a pesar de que un oficial de policía resultó herido y un automóvil fue acribillado a balazos. Los funcionarios de Obama y Biden mantienen ilegalmente a los opositores políticos en prisión preventiva durante años.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi y Eliot Engel, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, inclusive se tomaron fotografías con dos jueces socialistas y corruptas en 2019 como una muestra de apoyo antes de las elecciones.
La plataforma demócrata, aprobada el martes, se refiere a las Américas: “Trabajaremos… para abordar las causas principales de la migración: violencia e inseguridad, un estado de derecho débil”. La política Obama-Biden hizo exactamente lo contrario. Promovieron la violencia y la aplicación arbitraria de la ley, lo que provocó una migración exacerbada. Esta deshonestidad que encubre una acción criminal es similar a llamar protestas pacíficas a los disturbios. Desacredita toda su plataforma.
Hemos visto lo que los demócratas han hecho con las ciudades y los estados que controlan. Han hecho cosas peores en Guatemala. Sus políticas destruirían el tejido de nuestra sociedad y conducirán hacia un estado de unipartidismo, controlado por los demócratas.
Biden y Sanders les han hecho un favor a los votantes al mostrarse como los socialistas que son. Dependen de sus socios en los medios para difundir la mentira de que Biden y Harris son moderados. Los estadounidenses no deberían de creerles, especialmente cuando la verdad está a simple vista.
Artículo original publicado en inglés en BizPac Review.
Join us in our mission to foster positive relations between the United States and Latin America through independent journalism.
As we improve our quality and deepen our coverage, we wish to make the Impunity Observer financially sustainable and reader-oriented. In return, we ask that you show your support in the form of subscriptions.
Non-subscribers can read up to six articles per month. Subscribe here.