Este artículo se publicó primero en inglés en The Epoch Times.
Estamos en medio de un guión de asalto marxista en Estados Unidos. Las reacciones demócratas y mediáticas por el caso de Breonna Taylor son muestra de ello.
Como el presidente Donald Trump dijo recientemente a los veteranos de Bahía de Cochinos, “No luchamos en contra de la tiranía afuera solo para que los marxistas destruyan nuestro querido país”. Al contrario del escarnio por parte de los demócratas y sus medios aliados, Trump está en lo correcto acerca de la amenaza.
Siguiendo el guion de Fidel Castro, Weather Underground y Saul Alinsky, los radicales de Black Lives Matter (BLM) alegan al racismo cada vez que un oficial de policía blanco agrede o mata a una persona negra. La solución de BLM es desfinanciar a la Policía, lo cual va contra todos los esfuerzos de buena fe para mejorar la vigilancia policial. Esto es porque el conflicto, el caos y el miedo son condiciones que BLM y sus aliados creen que llevarán hacia victorias demócratas en las elecciones de noviembre.
Como Trump dijo a Joe Biden en el debate presidencial, “Nosotros creemos en la ley y el orden. Ustedes no”.
La verdad sobre la muerte de Breonna Taylor
El fiscal general de Kentucky Daniel Cameron ha explicado las conclusiones del jurado indagatorio en el caso de Taylor. Los policías ejecutaron una orden judicial en la que no estuvieron involucrados en conseguirla. Aconsejados por sus superiores, los oficiales tocaron la puerta de la dirección indicada y anunciaron que estaban allí para cumplir con la orden. Un testigo independiente corroboró esto.
Sin respuesta de la residencia, los oficiales rompieron la puerta. El primero en ingresar observó a un hombre y una mujer parados juntos. Como Cameron describió, el hombre estaba “sosteniendo un arma, con los brazos extendidos en posición de disparo”. El oficial “vio a la pistola del hombre efectuar un tiro, escuchó un ‘boom’ e inmediatamente supo que fue disparado como resultado de sentir ardor en la parte superior del muslo”. Él y otro oficial, ya dentro de la casa, devolvieron los tiros y mataron a Taylor.
La bala que hirió al oficial vino desde la pistola del hombre en el apartamento, quien después admitió haber disparado antes. Cameron dijo que el uso de armas por los oficiales “estuvo justificado para protegerse a ellos mismos. Esta justificación nos impide formular cargos penales en la muerte de la señorita Breonna Taylor”.
Los oficiales reaccionaron razonablemente e instantáneamente, devolviendo el ataque dentro de la ley —desafortunadamente con un final trágico—. No mataron a Taylor por su raza, como los demócratas y los medios de comunicación corruptos sostienen por razones políticas.
Un giro hecho para la campaña
El socialista Bernie Sanders, indispensable para la campaña de Joe Biden, tuiteó, “Este resultado es una desgracia y una abdicación a la justicia. Nuestro sistema de justicia penal es racista”.
Por la tarde, luego del anuncio de Cameron, los manifestantes dispararon a dos oficiales de Policía y 127 personas fueron arrestadas en Louisville. La corresponsal nacional de CNN Brynn Gingras informó al siguiente día: “Estas protestas han sido en su mayoría pacíficas hasta ahora”. La familia y los manifestantes, Gingras continuó, “no han recibido respuestas y se sienten como si también les hubiesen robado su justicia”. En ningún punto de su informe Gingras menciona al novio de Taylor disparando primero a los oficiales.
En el programa MSNBC de Joy Reid, la cofundadora de Black Lives Matter Alicia Garza comparó a Cameron, quien resulta ser negro, con el político de Alabama de los sesenta Bull Connor, un ferviente segregacionista. Reid tuiteó que Cameron es “esclavo de un presidente blanco supremacista” y la decisión fue que “las vidas negras no importan”.
El columnista de New York Times Charles Blow tuiteó que el jurado indagatorio descartó a Taylor: “El hecho de que una mujer inocente fue asesinada no mereció acción/cargos”.
La presentadora de CNN Brianna Keillar ha desafiado el dictamen del fiscal general de Kentucky quien dijo que “la justicia popular no es justicia”. Ella parecía molesta porque Trump dijo que una victoria de Biden sería una victoria del pueblo.
Black Entertainment Network (BET) atacó al jugador de básquetbol del salón de la fama y anunciante Charles Barkley. El titular decía “Twitter negro vapulea a Charles Barkley por defender a los policías involucrados en el disparo de Breonna Taylor”.
Este artículo contiene un tuit de la celebridad deportiva y presentadora de radio Ashley Nicole: “Sé que Charles Barkley NO solo dijo en televisión nacional ‘no podemos olvidar que el novio (de Breonna Taylor) disparó primero a un oficial’. Por favor, díganme que escuche mal”.
Los hechos contradicen la narrativa
Nicole escuchó bien. Escuchó la verdad. Ella y BET atacaron a Barkley porque se oponen a la verdad que llega a su audiencia objetivo. Los comentarios de Barkley debilitan la falsa narrativa de los medios corruptos y la instigación en contra de la Policía, la autoridad y la Constitución estadounidense, que es la estrategia marxista de desmantelamiento.
Otros medios demócratas han fallado en presentar los eventos correctamente. Su plan de vencer a Trump es más importante para ellos que la verdad y el daño que generan sus noticias.
Nadie sabía los hechos cuando Taylor fue asesinada. El movimiento marxista, como siempre hace cada vez que una persona negra es lastimada o asesinada por un policía blanco, culpa al racismo. Los hechos, la presunción de inocencia y el debido proceso —la esencia de nuestro país— son irrelevantes.
Los líderes de BLM se identifican como marxistas entrenados. Garza dice que “las vidas negras no importan bajo el capitalismo”.
El movimiento radical está atrapado y expuesto por su agenda y sus tácticas. Un fiscal general consciente, con la ayuda del FBI, y un jurado indagatorio han actuado de acuerdo con la ley. Ellos nos han otorgado hechos que los medios desinformativos han escondido a sus audiencias.
La estrategia marxista de conquista depende de la demonización del enemigo. Si ellos admiten el error, arriesgan exponer la naturaleza de su asalto, por lo que ellos presionan y esperan que el público, especialmente sus defensores desconocedores, no se den cuenta.
Trump se ha dado cuenta. Nosotros debemos prestar atención.
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