Si los votantes prestan atención a los hechos, el presidente Donald Trump ganará la reelección. Si sucumben ante las distorsiones, él perderá.
Un conglomerado de élites financieras y aliados socialistas falsamente presentan a Trump como un hombre que cruelmente ha causado muertes por no tomar al COVID-19 en serio. Este conglomerado incluye a los medios y la policía tecnológica del pensamiento. Facebook, por ejemplo, tiene como mínimo seis ciudadanos chinos que imponen la narrativa progresista al censurar “discursos de odio”.
El Partido Comunista Chino (PCC) detuvo el contagio interno del COVID-19 mientras aseguraba su expansión al resto del mundo. Entendiendo la amenaza, Trump prohibió el 31 de enero la entrada a Estados Unidos de personas que hayan estado en China.
Joe Biden y muchos otros miembros del conglomerado calificaron esto como xenófobo. Nancy Pelosi a finales de febrero fue al Barrio Chino de San Francisco sin mascarilla y exhortó a las personas que se unieran a ella. El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, pidió a las personas en marzo que actuaran normalmente.
Mientras tanto, Trump estaba trabajando duro. Tranquilizando al país y evitando el pánico, él formó un equipo de trabajo multidisciplinario y facilitó lo que era necesario para contener y aprender acerca del virus del PCC.
Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas, dijo a Mark Levin que “la respuesta coordinada [al COVID-19] ha sido […] impresionante […] todas las manos a la obra […] no puedo imaginar bajo cualquier circunstancia que alguien pudiera estar haciendo más”.
Fauci objetó el uso de su declaración pública en un anuncio político e intentó aclarar que él se había referido a los funcionarios de salud pública. Sin embargo, ellos y él son parte de la función ejecutiva liderada por el presidente.
El conglomerado de Biden ridiculizó a Trump como irresponsable cuando contrajo el virus del PCC. Desde entonces, los colaboradores de Biden y Harris también han contraído el virus.
No existe una prevención completamente efectiva. El sentido común nos dice que debemos adaptarnos al nuevo virus, así como lo hemos hecho a otros. Si vamos a enojarnos con alguien, debe ser con el PCC.
No es sorpresa que las críticas del PCC sobre Trump coincidan con las del conglomerado de Biden. Los intereses del PCC y de los demócratas han convergido.
Los medios empujan a las personas a juzgar a Trump por lo que ellos perciben como su personalidad irritante. Biden y sus aliados lo retratan a él como el tío bonachón y un regreso a la normalidad. Sin embargo, además de su corrupción bien documentada, Biden ha demostrado desprecio por cualquiera que lo enfrente.
Durante las elecciones internas del Partido Demócrata, Biden incluso amenazó con una pelea a un granjero retirado de Iowa que tuvo la audacia de preguntar sobre los negocios extranjeros de Hunter Biden. Tal reto es absurdo viniendo de un hombre de 77 años y repugnante considerando el respaldo del Servicio Secreto de Biden.
Biden ha usado el COVID-19 para esconder sus notorios problemas cognitivos. Su prensa aliada y la Comisión de Debate Presidencial son cómplices.
Si Biden ganara, Harris probablemente sería presidente en menos de un año. Además de su amoralidad, Harris ha demostrado un carácter que hace parecer a Trump dócil en comparación. Esto quedó claro en su interrogatorio a Ronald Vitelli, el nominado por Trump para liderar el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, y a los jueces Brett Kavanaugh y Amy Barrett en el Senado.
Trump debe disipar la pantalla de humo del conglomerado y obligar a los votantes a mirar el fondo del asunto. El debate presidencial es esa oportunidad.
Por sus innegables éxitos en varios frentes, Trump supera a Biden en cuanto a política nacional. Trump ha aumentado la actividad económica mediante recortes de impuestos y regulaciones. Más de esto en un segundo periodo generaría más resultados positivos.
Los aumentos de regulación e impuestos de Biden por sí solos revertirán los logros de Trump, creando una recesión o algo peor. El Nuevo Acuerdo Verde, el seguro médico federal universal y las fronteras abiertas, propuestas de la campaña demócrata, serían incluso más destructivas.
Trump vence a Biden en política exterior también. Los tratados comerciales recíprocos de Trump han traído las manufacturas de regreso a Estados Unidos y han reducido nuestro déficit comercial. Trump continuaría con esto. Habiéndose vendido al PCC cuando era vicepresidente, Biden se doblegaría ante los globalistas, de nuevo exportando trabajos estadounidenses y sacrificando nuestra prosperidad.
Los dueños de los medios tradicionales —CNN de AT&T, NBC de Comcast, CBS de Viacom, ABC de Disney, y Washington Post de Amazon (propiedad de Jeff Bezos)— están demonizando a Trump al difundir mentiras y esconder la verdad, principalmente por su interés en China. Ellos y sus amigos en Google, Twitter, Facebook y otros en Wall Street actúan como cómplices para que el PCC genere ganancias a corto plazo a costa de nuestra libertad y prosperidad futuras.
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