A sus 62 años, Xiomara Castro se ha convertido en la primera mujer elegida como presidente en Honduras. Ella ganó la elección del pasado 28 de noviembre con más del 53% de los votos, y su partido aseguró el mayor número de escaños en el Congreso: 51 de 128.
Castro, quien asumirá el cargo el 27 de enero de 2022, ha prometido establecer relaciones diplomáticas con el Partido Comunista Chino, una jugada que implica dar la espalda a Taiwán, la nación democrática que ha sido aliada de Honduras por 80 años. Castro tiene su mirada puesta en Beijing para financiar sus promesas de campaña.
¿Cómo llegó Xiomara a la presidencia?
Xiomara Castro nació en 1959 en la capital, Tegucigalpa, pero se mudó a la pequeña ciudad de Catacamas cuando tenía 17 años. Ella tiene una licenciatura en administración de empresas, y su esposo es el expresidente socialista José Manuel Zelaya (2006–2009), miembro del foro de São Paulo.
Luego de años de trabajo en organizaciones sin fines de lucro y de ayuda social, Castro incursionó en la política en 2005, cuando se unió a la campaña presidencial de Zelaya. Durante el mandato de su esposo, como primera dama, supervisó el sistema de bienestar social del gobierno y asumió roles diplomáticos.
La presidencia de Zelaya terminó abruptamente a mediados de 2009, cuando él desencadenó una crisis política por tratar de eliminar una restricción constitucional para las reelecciones. Las Fuerzas Armadas lo expulsaron de Honduras, y el dictador Daniel Ortega le dio exilio. Dos años después, Zelaya retornó a su país para formar un nuevo partido político, Libertad y Refundación (LIBRE).
En 2013, Castro se convirtió en la candidata presidencial de LIBRE pero perdió la elección con Juan Orlando Hernández del partido nacional conservador de Honduras. En la elección de 2017, Castro retiró su candidatura a favor de Salvador Nasralla, quien se postuló infructuosamente en nombre de la alianza opositora. Nasralla le devolvió el favor a Castro en 2021, respaldando su candidatura para presidente.
¿Cuál es la propuesta política de Castro?
Castro hizo campaña por una agenda que incluía aumentar el salario mínimo y remover la legislación que habilita a las zonas de empleo y desarrollo económico (ZEDEs), un tipo de ciudad estado promovida por la administración de Hernández para impulsar el crecimiento económico en áreas de poca densidad poblacional. Ella se ha reunido con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para renegociar la deuda internacional que mantiene Honduras.
Las diez áreas principales de la agenda de Castro son:
- Reforma constitucional. Castro prometió convocar a referéndum en su primer día de gobierno para elegir una Asamblea Constituyente que cree una democracia socialista.
- Un plan nacional de derechos humanos. Esto incluye amnistía para prisioneros políticos y protección a activistas por los derechos humanos.
- Una comisión internacional contra la impunidad. Ella buscará el apoyo de la Organización de Naciones Unidas para crear una comisión similar a la Cicig en Guatemala.
- Expansión del Estado de bienestar:
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- Cobertura médica universal, incluyendo vacunas para la Covid-19 fabricadas en Cuba y China.
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- Educación gratis desde inicial hasta universidad, incluyendo refrigerio, transporte y becas de asistencia social.
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- Desmilitarización de la seguridad, junto con una unidad policial comunitaria para combatir el crimen.
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- Repatriación de la diáspora hondureña mediante la creación de empleos en proyectos sociales. Castro también buscará reducir los costos de las remesas e imponer a la banca privada proveer servicios financieros a todos los hondureños.
- Trabajar por las mujeres. Esta amplia agenda incluye planificación familiar, educación sexual en las escuelas y la despenalización del aborto en casos de violación, riesgo de muerte materna y deformación fetal.
- Intervención económica. El objetivo es corregir las supuestas fallas de mercado con nacionalizaciones, orientando la inversión a sectores estratégicos y generando proyectos de infraestructura.
- Reforma tributaria. Castro pretende aumentar los ingresos públicos y crear un fondo de emergencia para rescatar pequeñas empresas. También planea ordenar a las instituciones financieras a reducir las tasas de interés y permitir al Banco Central financiar programas de gobierno de emergencia.
- Soberanía e integración regional. Como sus aliados socialistas latinoamericanos, Castro ha prometido seguir el sueño de los héroes de la independencia Simón Bolívar y Francisco Morazán.
- Investigación y desarrollo. El mínimo de gasto público en esta área será de un punto porcentual del PIB, cuyo objetivo será financiar investigación y desarrollo para la innovación.
- Digitalización del gobierno. Castro plantea impulsar esta gobernanza moderna en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, al igual que en las municipalidades.
¿Cuáles son las implicaciones de las propuestas de Castro?
El mayor obstáculo para las ambiciones de Castro es el financiamiento. Levantar el salario mínimo sin antes disminuir el gasto público es inviable. No hay suficiente dinero en las arcas públicas para financiar dicha política.
Para deshacer la legislación de las ZEDEs, su partido necesita mayoría absoluta en el Congreso, pero incluso intentar derogar la ley ahuyentará a los inversores extranjeros interesados en esta industria. Lo mismo ocurriría con las negociaciones de la deuda con el FMI y el Banco Mundial, considerando que su administración va a evitar medidas de austeridad.
La propuesta de Castro sigue el guión de otros regímenes socialistas en América Latina: una nueva constitución, nacionalizaciones en sectores estratégicos, y expansión gubernamental mediante clientelismo político. Otras señales de alarma incluyen la Policía comunitaria —en Cuba y Venezuela, esta intimida a opositores políticos— y su intención de disminuir la independencia del Banco Central para financiar el gasto público.
Políticas similares llevaron a la una vez próspera Venezuela, y rica en reservas petroleras, al autoritarismo y la pobreza.
¿Cuál ha sido la postura de Castro ante la cooperación de EE.UU. versus la de China?
Acogiendo otra página del libreto de la izquierda latinoamericana, Castro dijo en su campaña que fortalecerá las relaciones democráticas con China para financiar sus ambiciosos proyectos de infraestructura.
Desde el cambio de siglo, el Partido Comunista Chino ha invertido miles de millones y ha otorgado créditos a gobiernos con escasez de liquidez para incrementar su influencia en la región. Como parte de Made in China 2025, una iniciativa para posicionar al gigante asiático como la potencia global en las industrias de alta tecnología, Beijing ha impulsado proyectos de infraestructura en 19 países latinoamericanos.
Honduras es uno de los 14 países restantes que reconocen la soberanía de Taiwán y es un aliado estratégico para Estados Unidos. Los funcionarios estadounidenses ya han solicitado a la presidente electa a mantener el vínculo con Taipei. De igual manera, los funcionarios taiwaneses ya se han puesto en contacto con la administración entrante de Castro.
De acuerdo con Ismael Zepeda, un economista del think tank Fosdeh, el anuncio de Castro de aliarse con China es un intento para equilibrar la influencia estadounidense. “Honduras quiere entrar en la dinámica de decir, ‘si no me apoyan internamente, tengo otro aliado que me dará los recursos que necesito si quiero construir megaproyectos’ ”, explicó Zepeda al medio Guardian.
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