El encuestador Richard Barris hizo una encuesta hasta el 1 de agosto. Los resultados indican que Kamala Harris apenas supera a Donald Trump entre los votantes judíos, con una diferencia de 53% a 46%. Este sería el mayor porcentaje de voto judío para los republicanos en más de un siglo –un voto que los demócratas han dado por sentado–.
De acuerdo con el FBI, los judíos fueron víctima de 55% de los crímenes de odio religioso cometidos en 2022. Más que cualquier otra comunidad, los judíos necesitan una sociedad basada en el individualismo del ideal estadounidense: tratar a todos según su carácter y acciones.
Esto es precisamente lo opuesto a la política de identidades de los demócratas: el colectivismo, que divide a la sociedad en grupos de opresores y víctimas, facultando mayor poder gubernamental. Para calzar el conflicto en su forma de ver el mundo, los colectivistas catalogan a Israel como el opresor y a los palestinos como víctimas, a pesar de cualquier evidencia.
El enfrentamiento entre Israel e Irán trasciende la religión; en realidad es entre la libertad y la tiranía. Las acciones de Harris desmienten sus palabras y demuestran que ha promovido la tiranía y se ha opuesto a la libertad, lo cual es más perjudicial para los judíos que para otros.
Como presidente, Donald Trump presionó a Irán hasta afectar negativamente el apoyo a sus proxies terroristas: Hamas, Hezbollah y los hutíes. El régimen de Obama-Biden-Harris revirtió esto de inmediato, empoderando a Irán y sus proxies. Los resultados fueron la masacre de Hamas del 7 de octubre, la guerra de Hezbollah contra Israel y los hutíes interrumpiendo el transporte marítimo en el Mar Rojo.
Cuando Harris expresa su apoyo al derecho de Israel a defenderse, siempre menciona su preocupación por las bajas civiles palestinas. La preocupación colectivista de Harris por las víctimas inocentes se contradice con el hecho de que, en el otro hemisferio, ella ha sometido a niños migrantes a la esclavitud y a mujeres a violaciones a manos de los carteles criminales mexicanos, a fin de crear más votantes demócratas.
Biden encargó a Harris mitigar el ingreso de migrantes de El Salvador, Guatemala, Honduras y México. Ella ha hecho lo contrario. Harris es responsable de la desaparición de 85.000 niños guatemaltecos de los 320.000 que el Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional reportó como desaparecidos.
Harris expresa su apoyo a una solución de dos estados entre Israel y los palestinos. Esa propuesta gozaba de apoyo bipartidista en Estados Unidos cuando Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) firmaron los Acuerdos de Oslo en la Casa Blanca en septiembre de 1993. Desde entonces, ha quedado claro que la renuncia al terrorismo por parte de la OLP y su reconocimiento del derecho de Israel a existir fue falso. La mayoría de los palestinos apoyó a Saddam Hussein y, más tarde, al régimen tiránico de los ayatolás iraníes, con la esperanza de que estos regímenes eliminaran a Israel.
La masacre y tortura de israelíes por parte de Hamas, incluidos mujeres, niños y bebés, fue una confirmación adicional de que una solución de dos estados no es factible. Harris utiliza esta propuesta y su aparente preocupación por los civiles palestinos para encubrir su apoyo a Irán y sus proxies.
Los Acuerdos de Abraham de Trump representaban un camino potencial hacia la paz que requeriría tiempo. Los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Sudán y Marruecos firmaron acuerdos con Israel que serían económicamente beneficiosos para todos. En un encuentro previo entre EE.UU., EAU e Israel, se discutió la disposición de $50.000 millones para promover la autosuficiencia económica de los palestinos en lugar de depender de la ayuda internacional.
Los opositores afirmaron que los acuerdos marginarían al pueblo palestino. Esta fue una justificación para seguir persiguiendo la fallida solución de dos estados que Harris apoya públicamente. Los que abogan por este camino en realidad desean acabar con la existencia de Israel. Trump favorece la creación de condiciones para que las personas de buena voluntad se reúnan y realicen su potencial como individuos.
Los autócratas de Medio Oriente han utilizado a Israel como justificación para reprimir a sus pueblos. Frente a la tiranía exportada por Irán, estos autócratas se han alineado con Israel, el único país capaz de confrontar militarmente al régimen iraní. Además de la seguridad, la alineación con Israel beneficiará a los súbditos de estos autócratas tanto económica como socialmente, lo que crea la posibilidad de realizar la visión de Trump.
El régimen iraní entiende ese potencial. La explicación más probable para la masacre de Hamas del 7 de octubre —facilitada por el apoyo de Biden-Harris a Irán— es que Irán buscaba evitar una posible alineación entre Arabia Saudita e Israel. Esa alianza habría sido un impulso importante para los Acuerdos de Abraham y una derrota impactante para Irán. Los ayatolás podían contar con que Biden y Harris aparenten apoyar a Israel, pero seguirían facilitando a Irán.
Harris permaneció en gran parte en silencio sobre el antisemitismo en los campus universitarios en todo el país. Como presidente del Senado, no asistió al discurso del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ante las dos cámaras del Congreso. Las críticas de Harris a las acciones de Israel contra Hamas coincidieron con la propaganda de Hamas e ignoraron los significativos esfuerzos israelíes por evitar bajas civiles, lo que aumentó el riesgo para los soldados israelíes.
Las posiciones declaradas por Harris respecto a Israel y muchos otros temas son mentiras por conveniencia política. Los medios del régimen demócrata difunden mentiras y ocultan la verdad para favorecer a Harris.
Trump obtuvo 24% del voto judío en 2016 y 30% en 2020. En Pensilvania, uno de los estados que podría ser decisivo, la inferencia de Baris de un aumento del 50% para Trump en comparación con 2020 representaría más votos que el margen que le dio la victoria a Biden en ese entonces.
El aumento del porcentaje del voto judío a Trump en 2020 fue gracias al reconocimiento de sus políticas. Israel está luchando por su supervivencia contra Irán y su facilitadora, Harris. Con esto y el historial de Harris desde 2021, el hallazgo de la encuesta de Richard Baris debería convertirse en realidad en las urnas. Todos los defensores de la libertad, incluidos los judíos, deberían votar por Trump.
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