La versión original en inglés se publicó primero en BizPac Review.
Los mandantes de Joe Biden combinaron características orwellianas y maquiavélicas cuando hicieron que él encomendara a su vice Kamala Harris el antiguo rol que él ostentara durante el gobierno de Obama como persona clave para el Triángulo Norte (TN): El Salvador, Guatemala y Honduras.
El orwelliano Biden dijo que Harris, sin ninguna experiencia en el área, era la persona “más calificada” para dicho rol. El Biden maquiavélico está preparando un fracaso monumental para Harris.
Harris está claramente apuntando a la Casa Blanca y tal vez volviéndose impaciente, esperando su turno.
El equipo de Biden acaba de hacer más peligroso el camino de Harris hacia el sillón presidencial de Biden. Harris no tiene opción más que aceptar la tarea. Si ella la hubiera rechazado, el círculo íntimo de Biden hubiera filtrado que Harris se había negado a ayudar con el problema más apremiante para el gobierno. Y ese no es el actuar de presidentes, incluso para los demócratas, y ella hubiera quedado como débil.
Ellos le arrojaron a Harris una granada que no pudo devolver.
El harakiri de Harris
La inmigración se ha convertido en el asunto electoral más importante, y el régimen de Biden está fingiendo que no inunda el país con inmigrantes a propósito. Harris está atrapada. Su trabajo se ve aún más complicado por el pasado de Biden como promotor de la migración mientras decía lo opuesto al público.
Más desafiante es deshacer el desastre que Biden y los demócratas han causado en los países del TN.
Biden presume haber conseguido durante el gobierno Obama unos US$750 millones para que el TN mitigue las condiciones que fomentaban la migración. Casi nada de esos fondos fue a actividades productivas. La mayoría terminó en los bolsillos de grupos descendientes de las guerrillas que eran apoyadas por Fidel Castro.
A través del Departamento América cubano apoyado por Rusia, Castro financió y organizó a los marxistas en América Central y Sur. Derrotados en batallas, los marxistas de Castro abandonaron la lucha armada a favor de la subversión interna, y Biden los ayudó.
En Guatemala, donde he estado viviendo por casi 50 años, la guerrilla se transformó en una red de oenegés. Judicial Watch ha identificado más de una docena de organizaciones que han recibido dinero tanto de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional como de la Open Societies Foundations de George Soros. Esta última organización afirma que promueve la democracia mientras en realidad socava la libertad en todo el mundo, incluyendo en Estados Unidos.
Los globalistas acechan a Guatemala
Biden usó el dinero de Estados Unidos para obligar que el presidente de Guatemala extienda el mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) en 2015. La CICIG, que no era un órgano de las Naciones Unidas, no rendía cuentas ante nadie y tenía inmunidad diplomática. La embajada de EE. UU. la usó como un ariete para instalar a aliados de los sucesores guerrilleros en la Justicia y la Fiscalía de Guatemala.
El bloque socialista en Guatemala está cerca de tomar el país como lo ha hecho en Venezuela. El candidato socialista quedó en segundo lugar en las últimas dos elecciones presidenciales. Sin el Ejecutivo, la clave para tomar el poder es la Justicia.
La Corte de Constitucionalidad (CC) de Guatemala, quien tiene la última palabra en asuntos judiciales, y la Fiscalía son anticapitalistas. Ellos han cerrado empresas ilegalmente a lo largo y ancho del país. La resultante falta de oportunidades ha llevado a un aumento de la violencia y el fomento de la emigración.
Bajo el expresidente Donald Trump, burócratas advenedizos del Departamento de Estado como Juan González continuaron la política de Biden. González ahora fue ascendido a director del Hemisferio Occidental en el Consejo Nacional de Seguridad. Con Harris a cargo nominalmente, la misma política seguirá su curso más agresivamente.
La última pieza del rompecabezas
Guatemala es clave para la migración ilegal hacia Estados Unidos. Su frontera porosa de 957 kilómetros está abierta porque la CC y los fiscales corruptos protegen a los sucesores de las guerrillas que dominan las áreas rurales, especialmente las fronterizas. Si Guatemala aplicara sus leyes de verdad, podría reducir significativamente los flujos de migrantes y drogas hacia Estados Unidos. El programa colectivista de Biden y Harris hará lo contrario.
El mandato de cinco años de los magistrados criminales que Biden instaló en la CC feneció el 13 de abril. González y el secretario de Estado Antony Blinken han aunado esfuerzos públicamente para nombrar a más colectivistas en la CC. La semana pasada, al reunirse con aliados criminales en Guatemala, ellos estuvieron ocupados socavando la libertad de los guatemaltecos del abuso y control gubernamentales.
Cinco instituciones distintas tienen cupos en la CC: el Ejecutivo, el Congreso, la Corte Suprema, el Colegio de Abogados y Notarios, y la universidad estatal. A pesar de la intervención y coerción ilegales de Estados Unidos, todas menos la última institución nombró a juristas objetados por el régimen de Biden. Los nuevos magistrados no son socialistas. Tres de ellos asumieron sus cargos el 14 de abril.
Harris llamó al presidente guatemalteco Alejandro Giammattei el 7 de abril. Él dijo a Harris que Estados Unidos debe trabajar con el TN “para construir muros de prosperidad” a través del comercio y la cooperación en fuerzas del orden, lo cual incentivará a los posibles migrantes a quedarse en el país. No hay noticias de que Harris y Giammattei discutieron la intervención estadounidense en la CC.
Los guatemaltecos entienden que cinco años más de fallos criminales de la CC y de criminalidad fiscal pueden condenarlos al totalitarismo. Los guatemaltecos apoyan a las instituciones en su resistencia a la coerción del régimen de Biden, la cual seguramente se intensificará ahora que los socialistas perdieron el control de la CC. El éxito de esta resistencia daría a Guatemala una oportunidad de prosperar y reducir la emigración.
Si sucumbe la resistencia de los guatemaltecos, más migrantes inundarán Estados Unidos, arrastrando la misión de Harris al fracaso. Ella debe poner su esperanza en que la resistencia prospere y que de alguna manera ella pueda llevarse el crédito por eso.
Join us in our mission to foster positive relations between the United States and Latin America through independent journalism.
As we improve our quality and deepen our coverage, we wish to make the Impunity Observer financially sustainable and reader-oriented. In return, we ask that you show your support in the form of subscriptions.
Non-subscribers can read up to six articles per month. Subscribe here.