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La libertad está bajo ataque. Los republicanos de la Cámara deben reconocer la amenaza totalitaria del régimen de Biden, poner sus diferencias de lado y trabajar como un equipo. Con una mayoría tan estrecha, los republicanos deberían enfocarse en supervisar audiencias e investigaciones al régimen criminal de Biden y sus acciones inconstitucionales.
El régimen de Biden ha politizado la justicia, persiguiendo adversarios políticos y protegiendo a sus amigos. El régimen y sus aliados oligarcas, incluyendo sus medios de comunicación, han coludido para violar el derecho a la libertad de expresión garantizado por la Primera Enmienda. Esto incluye haber causado muertes y sufrimiento evitables al difundir engaños y censurar información sobre la pandemia de COVID-19, además de acciones políticas clave.
La campaña de Biden coludió con sus aliados oligarcas y burócratas federales durante la elección de 2020 para sacar a Donald Trump de la presidencia. Ellos promovieron información falsa y suprimieron la verdad. Ahora continúan con esta trama en su estancia en el poder.
Una República representativa no puede sobrevivir a la justicia politizada y los que son, de hecho, medios del Estado. El régimen de Biden y los demócratas elegidos en las urnas han mostrado su desprecio por la Constitución y la ley. El único estándar de los demócratas es lo que les empodera y debilita a sus enemigos.
El régimen de Biden ha debilitado a los aliados de Estados Unidos y ha empoderado a sus enemigos alrededor del mundo. El régimen ha promovido el marxismo en países amigos y, a propósito, ha inundado Estados Unidos con inmigrantes ilegales.
Lo único constante en las políticas de Biden es el daño a Estados Unidos, usualmente escondido del público por los medios del régimen. El Congreso debe investigar y exponer las muchas actividades dañinas del régimen.
Al discutir entre ellos, los republicanos están ayudando a la perversidad del régimen. Esto debe parar. Podremos discutir entre nosotros después de restablecer la misma libertad que el régimen de Biden está destruyendo.
Alrededor de 20 representantes se oponen al representante Kevin McCarthy (R-CA) para presidente de la Cámara. Ellos dicen que McCarthy no se opuso lo suficiente al régimen de Biden, ni manejó de forma efectiva la campaña de 2022, ni ha querido dar marcha atrás al poder concentrado en el presidente de la Cámara y que bloqueará sus proyectos de ley preferidos.
Quienes se oponen tienen preocupaciones legítimas sobre normas y legislación. Ellos deben saber, sin embargo, que ninguno de sus proyectos se volverían ley incluso si todos los republicanos los apoyaran. Lo mejor que puede ocurrir en los próximos dos años es que el público se vuelva consciente de lo nefasto del régimen de Biden.
El representante Jim Jordan (R-OH) dijo esta semana: “Debemos hacer las supervisiones e investigaciones que se deben hacer…. Los burócratas que nunca ponen sus nombres en las papeletas, pero creen que manejan el país, que destruyeron las libertades de la Primera Enmienda deben rendir cuentas”.
“Eso debe suceder… debemos hacerlo en una forma que sea consistente con la Constitución, pero debemos hacerlo vigorosa y agresivamente. Es parte de nuestra labor como miembros de este órgano”.
Esto es relevante viniendo del próximo presidente del Comité Judicial. Él se refiere no solo al área de su comité, sino a toda la burocracia; lo que es laudable. Si no logramos que la burocracia rinda cuentas al Congreso y al Ejecutivo, nos volveremos un Estado sin leyes y totalitario.
Jordan —un conservador con principios y sólido— ha sido un activo vocero y defensor de la libertad. Además, es miembro del Caucus de la Libertad, que incluye muchos opositores a McCarthy por la presidencia de la Cámara.
Jordan ha respaldado investigaciones y ha apoyado fuertemente a McCarthy para la presidencia de la Cámara. Esto debería brindar algo de tranquilidad con McCarthy a los conservadores y otros que entienden la actual amenaza. Si Jordan tuviese alguna duda sobre el apoyo de McCarthy a la vigilancia e investigaciones agresivas, Jordan no hubiese apoyado a McCarthy para la presidencia de la Cámara.
Todos los representantes y el público en general deben darse cuenta que estamos en una situación crítica. El Partido Demócrata ha sido tomado por los totalitarios, dejando afuera a los demócratas tradicionales. Los totalitarios se han aliado con los oligarcas y burócratas federales. Aunque estos tres grupos tienen agendas diferentes, cada una se opone y amenaza nuestra libertad.
Los opositores de McCarthy quieren que se retire, y hay otros que podrían hacer el trabajo de forma efectiva. Sin embargo, McCarthy tiene el 90% de apoyo en su caucus. Que menos del 10% impida a la mayoría tener su candidato de preferencia no es razonable.
El régimen de Biden satanizará la minoría conservadora llamándola extremista y aislará más y desacreditará su agenda. Si las facciones de la minoría y mayoría republicana llegan a acuerdos ahora, ambos bandos y Estados Unidos ganarán.
La facción de la mayoría republicana necesita entender que continuar con lo tradicional llevará al desastre y que ellos deben proteger la Constitución y los principios de la Declaración de Independencia. La minoría conservadora republicana debe comprender que la única forma de tener una oportunidad con su agenda es escoger sus batallas.
Por ejemplo, no habrá consideración por un impuesto al consumo (el Impuesto Justo) en el Senado controlado por los demócratas. A pesar de su atractivo al promover crecimiento económico, ahora no tiene suficiente apoyo incluso entre republicanos. No hay necesidad de hacer de esto un problema ahora. Todos los esfuerzos deben enfocarse en todo lo nefasto que ha sucedido con nuestro gobierno.
Al concentrarse en vigilancia e investigaciones agresivas sobre criminalidad y acciones inconstitucionales, el apoyo público para cambios fundamentales aumentará. Esto debería afectar positivamente las elecciones de 2024 y las que siguen.
Estados Unidos necesita que los republicanos dejen de lado sus propias agendas y que se unan en defensa de la libertad, lo que los demócratas y sus aliados están luchando por acabar.
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