Read in English on BizPac Review.
El líder de minoría del Senado Mitch McConnell (R-KY) mostró sus credenciales antilibertad y pro establishment el 8 de agosto cuando le dijo al New York Times que el “proceso de destitución [a Joe Biden] no es bueno para el país”. Necesitamos el proceso de destitución para penetrar la cortina de humo de los medios tradicionales del régimen de Biden.
Un proceso de destitución llegaría a televisores y computadoras a lo largo de Estados Unidos. Esto mostraría que los demócratas, con algo de ayuda de los republicanos, aprueban la criminalidad para lograr sus metas políticas.
Además de la evidente corrupción de Biden, su régimen ha instrumentalizado la justicia y subvertido la Constitución. Los demócratas se opondrán vigorosamente al proceso de destitución y el Senado no condenará a Biden a pesar de la innegable evidencia. En este caso, el objetivo del proceso de destitución es concientizar a la población, incluso entre demócratas y republicanos pro establishment.
Para que sea exitoso, los republicanos deben construir el caso cuidadosa y minuciosamente. De lo contrario, los republicanos solo de nombre como McConnell socavarán el proceso de destitución para proteger su territorio en el pantano. Según McConnell, él ha advertido que los procesos de destitución de Trump “incentivaría a la vereda opuesta a hacer lo mismo”.
No hay comparación y no debe haber equivalencia. Los eventos han confirmado lo que era obvio antes: los procesos de destitución contra Trump no tenían sustento y eran meramente políticos. Hay evidencia convincente de que Biden ha aceptado sobornos, algo específicamente citado en la Constitución en cuanto al proceso de destitución.
Autodenominado como demócrata liberal y célebre libertario civil, Alan Dershowitz sostuvo que hay evidencia suficiente para solicitar un proceso de destitución. El académico demócrata, libertario civil y analista Jonathan Turley dice que la solicitud de un proceso de destitución es una obligación de la Cámara: “Lo único que la Cámara no puede permitir es que estas preguntas no sean respondidas”.
El grupo que puso a Biden en la Casa Blanca está atacando las bases de nuestro país y empujándonos hacia una dictadura. El grupo consiste de marxistas que se han apoderado del Partido Demócrata, la burocracia federal —que está fuera de control, no ha sido elegida y no ha rendido cuentas— y los medios tradicionales cuyos dueños nos traicionan con China por dinero y poder.
Sin sus medios y aliados burócratas, el régimen de Biden no habría podido difundir la narrativa falsa sobre la supuesta insurrección el 6 de enero de 2021 o suprimido la verdad sobre la COVID-19 y sus tratamientos. El régimen no habría podido utilizar los poderes de la Ley Patriota contra los padres que estaban preocupados de que sus hijos serían expuestos a propaganda y maltratados por administradores y maestros corruptos y woke. El régimen no habría podido apoyar las manifestaciones ilegales en las afueras de las residencias de los jueces de la Corte Suprema mientras perseguían públicamente a activistas pacíficos provida.
El régimen y sus aliados obstruyen investigaciones del Congreso, satanizan a los líderes de investigaciones y crean la falsa ilusión de que los republicanos de la Cámara están inventando historias, tal como los demócratas han hecho. Es por este motivo que el régimen usa tan atrozmente al Departamento de Justicia, que está politizado, para perseguir al expresidente y el candidato favorito para 2024, Donald Trump. El régimen quiere que los votantes que están decepcionados de su historial negativo estén afectados emocionalmente para usarlo en contra del hombre que, sin vergüenza alguna, describen como Hitler.
La designación, obviamente partidista, de David Weiss como fiscal especial especial frente a Hunter Biden le da a Weiss la excusa de una investigación en curso para evitar responder las preguntas del Congreso. El estatuto requiere un abogado fuera del gobierno estadounidense. Si el fiscal general Merrick Garland hubiese cumplido, Weiss no tendría excusa alguna para evitar las preguntas del Congreso sobre su investigación obviamente partidista de cinco años a Hunter Biden y el indignante acuerdo de culpabilidad.
El régimen está consciente de eso y no le importa la apariencia negativa de la designación. Solamente es una impresión negativa más que añadir a la lista. La motivación clave del régimen es la obstrucción, lo que facilita la estrategia de satanización.
Una forma en la que los republicanos de la Cámara pueden actuar contra a la manipulación cínica y marxista del régimen sería ampliar las investigaciones del Congreso a otras partes del gobierno. La Cámara debería, por ejemplo, investigar la criminalidad del Departamento de Estado y mostrar cómo ayuda a enemigos de Estados Unidos como China, al apoyar a tiranos alrededor del mundo y atacando a nuestros aliados. Esto complicaría la estrategia de obstrucción del régimen y haría su manipulación más obvia.
Otra forma de hacer contra sería removiendo a un presidente comprometido por enemigos. Es imperativo y un uso correcto del proceso de destitución, incluso si el Senado lo bloqueara. Mientras los medios del régimen de Biden le darán un giro al proceso de destitución, no pueden ignorarlo o suprimirlo como ya lo han hecho con muchos otros escándalos.
El presidente de la Cámara Kevin McCarthy ha dicho que la solicitud del proceso de destitución le daría aún más poder a los comités del Congreso para obtener información. McCarthy sabe que se debe preparar para la satanización del régimen de Biden, sus aliados lo atacarán a él y a los republicanos.
El caso en contra de Biden debe ser sólido para mostrar a los estadounidenses que esto no es un juego político. Un proceso de destitución debe ser convincente sobre la preservación de la libertad y nuestro sistema de gobierno.
Los demócratas no son como los republicanos en 1974, cuando el presidente Richard Nixon renunció debido a que su propio partido lo sacaría del poder. Las acciones criminales de Nixon no se comparan a las de Biden.
El deseo de poder y desprecio hacia los estadounidenses de los demócratas implica que los estadounidenses no son capaces de autogobernarse. Los votantes, entonces, deben ser manipulados para apoyar al mesías. Tal como sucede en países tercermundistas, el régimen de Biden hará lo posible para mantenerse en el poder debido al miedo de un enjuiciamiento legítimo a sus crímenes si sale de este.
Debemos apoyar al liderazgo de la Cámara y apoyarlos para que expongan lo que más se pueda de la criminalidad del régimen de Biden. Esta exposición incluye el proceso de destitución en su contra.
Este artículo refleja únicamente la opinión del autor, mas no necesariamente la opinión del Impunity Observer.
Join us in our mission to foster positive relations between the United States and Latin America through independent journalism.
As we improve our quality and deepen our coverage, we wish to make the Impunity Observer financially sustainable and reader-oriented. In return, we ask that you show your support in the form of subscriptions.
Non-subscribers can read up to six articles per month. Subscribe here.